Por: Sonia Milena Torres
Aunque Rodolfo Llinás y Manuel Elkin Patarroyo son científicos muy reconocidos en Colombia, sus especialidades no tienen que ver con la nueva pandemia que tiene al mundo en crisis.
Recién llegó el COVID-19 a Colombia circuló por redes sociales un audio con la voz de Patarroyo dando consejos para que los colombianos nos protegiéramos del virus, sin embargo, días después se desmintió ese audio porque, al parecer, la voz no era del científico.
Los periodistas se especializan en las áreas que les interesa bien sea por que profundizan a través del estudio o porque han adquirido experiencia cubriendo temas de esa especialidad, pero el periodismo científico no es el fuerte entre los medios del país, son pocos los que realmente se han preocupado por estudiar y entender las dinámicas de los virus, bacterias, pandemias, parásitos y todo lo que gira en torno a la ciencia para poder divulgarla.
No es solamente emitir cifras de contagios, recuperados, fallecidos, lugares, edades, etc, los periodistas que divulgan información científica no deben tomar como referente opiniones de personas que en algún momento fueron reconocidos por sus aportes a la ciencia y porque, seguramente, van a sumar clics o “me gusta” a sus publicaciones. Les interesa su influyente opinión y no su adecuado conocimiento.
Aquí radica la importancia de las especialidades y experiencia en el periodismo científico:
Rodolfo Llinás
MinCiencias tiene publicado su perfil científico y allí claramente se dice que es Doctorado en neurofisiología y, obviamente, sus aportes han sido por esa rama: “colombiano de reconocida trayectoria a nivel mundial por sus aportes al campo de la Neurociencia. Entre las distintas aportaciones por las que es conocido se encuentran sus trabajos sobre fisiología comparada del cerebelo, las propiedades electrofisiológicas intrínsecas de las neuronas con la enunciación de la hoy conocida como ‘Ley de Llinás’, y sobre la relación entre la actividad cerebral, las ondas cerebrales y la conciencia”.
La neurofisiología es la parte de la fisiología que estudia las funciones del sistema nervioso, nada que ver con los virus.
Manuel Elkin Patarroyo
El CvLAC de este científico colombiano muestra que su especialidad son las Ciencias Naturales, Ciencias Biológicas, Bioquímica, Biología Molecular, Biofísica y Parasitología, además, las líneas de investigación en las que se ha desempeñado van dirigidas a “Sistemas moleculares de presentación y producción de péptidos candidatos a vacuna”, entre otros que giran alrededor del mismo tema.
Como se sabe, fundó el Instituto de Inmunología del Hospital San Juan de Dios, en el cual desarrolló investigaciones sobre el lupus (enfermedad inflamatoria), los marcadores genéticos, la leucemia (cáncer), la susceptibilidad genética de la fiebre reumática (enfermedad inflamatoria), la tuberculosis (infección bacteriana) y la lepra (infección ocasionada por una bacteria). Fue hasta 1984 que obtuvo la vacuna sintética (SPF-66) contra la malaria.
La malaria es causada por un parásito, y entre un parásito y un virus hay un mundo de diferencia, así como con las bacterias, pero se suelen mezclar, precisamente por desconocimiento y desinformación.
En ninguna parte habla de que son expertos en virología o que se han desempeñado como microbiólogos, hematólogos, epidemiólogos o patólogos, profesionales médicos que se dedican al sector sociosanitario.
Es como si a un veterinario que es experto en animales domésticos, lo pusieran a hablar de elefantes, o un docente con experiencia en dictar clases a nivel doctorado, lo coloquen a hacerlo en prejardín, son especialidades diferentes. Zapatero a su zapato.
La Asociación Colombiana de Periodismo Científico (ACPC) se autodefine como “entidad sin ánimo de lucro conformada por periodistas que propician la divulgación de la ciencia, la tecnología y la innovación a través de la formación de periodistas y divulgadores científicos” formación muy propicia para el momento que se está viviendo pero que pocos tienen.
Salud Hernández solo sabe de salud por su nombre, pero evidentemente no es su especialidad en términos periodísticos. Un grupo de periodistas científicos escribió para el portal 070 un artículo que explica “Las metidas de pata de Patarroyo durante la pandemia de coronavirus” allí se menciona a la periodista española, radicada en Colombia, y su desubicada entrevista al científico:
“Hace unas pocas semanas, cuando la pandemia por coronavirus comenzaba a crispar los nervios del mundo entero, la periodista de la revista Semana Salud Hernández decidió entrevistar a Patarroyo sobre este tema. La desatinada entrevista, tanto por las desinformadas preguntas de la periodista como por las desinformadas y apresuradas respuestas de Patarroyo, en medio de una crisis de salud pública de tal magnitud, comenzó a viralizarse a través de mensajes de WhatsApp y otras redes sociales. Días más tarde, otra vez, la revista Semana entrevistó a Patarroyo, quien siguió desinformando a los colombianos con respuestas ligeras, imprecisas y sin el contexto adecuado sobre el coronavirus”.
El artículo es bastante interesante y por eso vale la pena leerlo: https://cerosetenta.uniandes.edu.co/covid-19-patarroyo/
La gran conclusión que puedo sacar es que los periodistas colombianos no estamos preparados en la divulgación de la ciencia y por eso cometemos errores del tamaño de las imágenes que están a continuación. Para algunos puede ser obvio, para otros, no tanto, lo cierto es que Colombia posee gran número de científicos poco reconocidos que pueden hablar con conocimiento del SARS-CoV-2 y no aquellos que son populares por sus adelantos pero que no tienen nada que ver con esta pandemia atroz.
