Escucha nuestras emisoras: 🔊 AUDIO EN VIVO |

Escucha nuestras emisoras: 🔈 BOGOTÁ 1430 AM | 🔈 CUNDINAMARCA 1580 AM | 🔈 TOLIMA 870 AM | 🔈 BELLO | 🔈 SOLO MÚSICA

[Opinión] Cabrona La Pardo: cuando la música y la rabia se visten de cortometraje

Bogotá tiene noches cuando el arte se sale del guion. El 31 de julio fue una de esas.

Por: Danniela Rodríguez

- Patrocinado -

En una sala llena, con gente sentada incluso en el suelo y con luces tenues que anunciaban el inicio, La Pardo estrenó Cabrona, su más reciente álbum y, un cortometraje de 17 minutos.

La cita fue en Cinema Paraíso, en el barrio El Retiro, un lugar donde el cine, la música y la estética alternativa se sienten en casa. Allí, entre cerveza artesanal, cocteles y una fila que se extendía hasta la calle, se proyectó por primera vez un viaje audiovisual hecho para incomodar, sanar y gritar sin pedir permiso.

Cabrona no es solo un disco, tampoco solo un cortometraje: es un manifiesto emocional, un exorcismo audiovisual que mezcla lo confesional con lo performático. Durante 17 minutos, La Pardo nos invita a sentarnos frente a ella en una especie de sesión de terapia donde el pasado se enreda con el presente y cada canción funciona como una escena emocional. No hay una trama lineal, sino una especie de rompecabezas íntimo donde lo importante no es entender cada imagen, sino sentirla.

Vestida con una mezcla entre ángel pop y punk afligido, La Pardo transita por múltiples versiones de sí misma: la que se deja caer, la que grita, la que baila con furia y hasta la que simplemente se queda mirando a cámara en silencio. Las canciones van hilando un universo sonoro entre el synth-pop, el reggaetón introspectivo, el spoken word y una rabia suave que no necesita volumen alto para ser violenta.

Visualmente, el cortometraje combina lo estéticamente impecable con lo incómodamente íntimo. Hay planos cerrados que casi rozan lo documental, momentos de cuerpo sin retoque, de lágrimas sin glamour, de miradas rotas. Pero también hay coreografías estilizadas, vestuarios que podrían salir de una pasarela gótica y una fotografía que recuerda al cine indie de festivales europeos.

La propuesta juega con los silencios. Algunas escenas no tienen música. Otras se detienen justo antes del clímax, como si no quisieran complacer. No todo está servido y eso es parte de lo que lo hace potente: Cabrona no es un producto terminado para gustar, es una obra abierta para procesar.

Tras la proyección, La Pardo apareció en el escenario con una energía contenida. Un micrófono, sus bailarines, algunos beats en vivo y ella, vestida en negro, como quien está a punto de contar un secreto.

Interpretó en vivo algunas de las canciones del álbum. Loca, Rakataka y Obsesionada fueron de las más coreadas. El público no solo cantó: gritó, lloró, se abrazó. Era evidente que muchas no estaban ahí solo por la música, sino porque algo en esa narrativa les hablaba directamente.

El evento no se sintió como una premiere. Se sintió como una ceremonia. Una especie de espacio seguro donde la rabia, la tristeza, la sensualidad y el caos podían convivir. El público, muchas personas del circuito artístico bogotano, pero también fans que venían siguiendo a La Pardo desde sus primeros lanzamientos, entendió el código.

No se trataba de aplaudir al final de cada canción, sino de sostenerse mutuamente. Hubo silencios largos. Abrazos espontáneos. Lágrimas que no daban vergüenza.

Tras este lanzamiento, La Pardo consolida una identidad artística que apuesta por lo conceptual, lo personal y lo colectivo al tiempo. Cabrona no está hecho para todos, pero sí para quedarse en quien lo escucha y eso, en estos tiempos de música de consumo inmediato, es un acto de rebeldía.

También abre la puerta a una forma distinta de presentar música en Colombia desde la narrativa visual, desde el cine, desde lo emocional. En un país donde a veces las artistas tienen que elegir entre sonar comercial o alternativa, La Pardo decidió ser simplemente ella misma, y eso, por sí solo, ya es una declaración artística.

| Nota del editor *

Si usted tiene algo para decir sobre esta publicación, escriba un correo a: jorge.perez@uniminuto.edu

Otros contenidos

Contenidos populares