Por: Angélica Miranda
Las cirugías estéticas que incluyen implantes mamarios, hoy en día, no son solo exclusividad de las mujeres, algunos hombres han optado por acercarse a su idea estético haciendo uso de este tipo de implantes que bien pueden estar hechos con silicona y solución salina, entre otros materiales quirúrgicos y, aunque estos suelen ser muy seguros, lo más recomendado por los expertos es realizarse revisiones periódicas.
El cirujano Luis Devoz afirma que acudir a controles anuales después de realizar una cirugía de implantes mamarios, va más allá de sentir cualquier molestia previa, menciona que estos controles médicos son rutinarios y que ayudan a prevenir y detectar, no solamente posibles inconsistencias con las prótesis como, por ejemplo, alguna ruptura en las mismas, sino que también ayuda a conocer la evolución interna del procedimiento y, por supuesto, a evitar padecer enfermedades y anomalías relacionadas con los implantes, por ejemplo, el síndrome de ASIA, una patología autoinmune de difícil diagnóstico, debido a la cantidad de síntomas asociados que presenta, ligado directamente a procedimientos estéticos con implantes mamarios.
Dentro de los exámenes rutinarios que se pueden realizar en medio de la revisión anual de las prótesis se encuentran imágenes diagnósticas, ecografías, e incluso, una resonancia magnética.
En la actualidad, la mayor parte de los fabricantes de este tipo de implantes garantizan materiales de fabricación, sobre todo en el tema de roturas, no obstante, por más calidad y excelente procedimiento de implantación, la cobertura de la prótesis sufre un desgaste propio del tiempo, lo que conlleva a que los implantes sean más susceptibles a posibles roturas.
Además de esto, otra de las causas frecuentes de consulta es la contractura capsular, definida como el engrosamiento excesivo de la cápsula que rodea la prótesis mamaria y sus síntomas son: endurecimiento, cambio morfológico y generalmente dolor de la mama implantada.
Otros síntomas que hay que tener en cuenta al respecto son:
- Aumento persistente del volumen de una mama, con o sin dolor.
- Sensibilidad alrededor del implante
- Masas
- Necrosis de la piel
- Aparición de hematomas
- Seromas.
Finalmente, es necesario mencionar que pacientes con antecedentes de quimioterapia, radioterapia, infecciones tardías y pacientes fumadores, tendrán un mayor riesgo.