En las últimas 48 horas, el Pacto Histórico atravesó una sacudida política que cambió el rumbo de sus planes electorales. A pesar de que un tribunal ordenó la inscripción de todas las precandidaturas presidenciales para la consulta interna del 26 de octubre, la coalición decidió finalmente desistir de ese mecanismo para escoger su candidato presidencial. La decisión fue anunciada por el Comité Político del movimiento, que argumentó la existencia de obstáculos jurídicos, fracturas internas y la imposibilidad de garantizar la participación equitativa de todas las corrientes que integran el Pacto.
El telón jurídico ha sido un factor decisivo. El Consejo Nacional Electoral (CNE) había impuesto barreras para concretar la fusión formal de todos los partidos miembros del Pacto, especialmente Colombia Humana y Progresistas, lo que afectaba la legitimidad del mecanismo de consulta interna.
Mientras tanto, el Tribunal Superior de Bogotá emitió medidas cautelares que obligaban a la Registraduría a inscribir precandidatos como Gustavo Bolívar y Carolina Corcho, pese a la resistencia del CNE. Sin embargo, ese fallo no convenció al Pacto de mantener la consulta en octubre.
Los precandidatos reaccionaron con mezcla de sorpresa y alivio. Gustavo Bolívar, una de las figuras más vocales en la protesta judicial, había manifestado recelos sobre la influencia de agentes externos en esa consulta, incluso llegando a decir que, si ganaba Daniel Quintero, no lo apoyaría.Por su parte, Quintero había inscrito su precandidatura ante la Registraduría como medida autónoma, lo que generó tensiones y cuestionamientos internos. Otros aspirantes como María José Pizarro, Susana Muhamad, Gloria Flórez y Carolina Corcho se vieron liberados del compromiso de competir en la consulta de octubre, aunque mantienen sus aspiraciones para la fase siguiente.
Con ese cambio, el Pacto Histórico anunció que no realizará la consulta interna presidencia en octubre, pero sí mantendrá un mecanismo de consulta, exclusivamente para conformar las listas legislativas al Senado y Cámara. En ese sentido, el 26 de octubre se usará para decisiones legislativas, en un intento por no perder visibilidad política y conservar protagonismo en ese pulso electoral. Los precandidatos que lo deseen podrán acompañar ese proceso legislativo con sus propias listas.
Finalmente, el Pacto dejó abierta la opción de que su candidato presidencial salga de una consulta interpartidista más amplia, prevista para marzo. En su comunicado, el Comité Político afirmó que definirá “un mecanismo democrático que garantice una sola candidatura” para medirse en ese nuevo escenario. Resta ver ahora si los aspirantes seguirán en contienda hasta marzo o si habrá acuerdos internos que acallen rencillas antes de esa consulta más amplia.