A la cita participarán los presidentes de Rusia, Vladimir Putin; China, Xi Jinping; y Sudáfrica, Cyril Ramaphosa; así como el primer ministro de la India, Narendra Modi, con el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro.
Este miércoles, la primera parte del día será dedicada a una serie de encuentros bilaterales de Bolsonaro con los otros jefes de Estado y de Gobierno de los BRICS; y por la noche harán su primera aparición en conjunto para clausurar un seminario con empresarios de los cinco países.
El jueves, antes de la clausura, se realizarán dos sesiones plenarias, una de carácter privado y que, según fuentes oficiales brasileñas, permitirá discutir asuntos espinosos y más políticos.
El término BRIC apareció por primera vez en 2001, cuando el economista del banco de inversión Goldman Sachs, Jim O’Neil, lo usó para agrupar a los principales mercados emergentes: Brasil, Rusia, India y China.
Las cifras que alcanzan como bloque hablan por sí solas: en conjunto representan alrededor del 42% de la población mundial, son el 23% del PIB global, tienen el 30% del territorio del planeta y manejan el 18% del comercio internacional total.
Los BRICS cooperan en diferentes áreas, como la ciencia y la tecnología, la promoción del comercio, la energía, la salud, la educación, la innovación y la lucha contra la delincuencia transnacional. “Actualmente, la cooperación sectorial, que abarca más de 30 áreas temáticas, aporta importantes beneficios concretos a las poblaciones de los cinco países”, explican desde el grupo. Estos canales están abiertos de manera institucional todo el año con reuniones técnicas y ministeriales.
Desde sus cimientos, los BRICS aseguran apostar por el multilateralismo, en busca de “una gobernanza internacional más adecuada a sus intereses nacionales”. Uno de sus logros fue la reforma del sistema de cuotas del Fondo Monetario Internacional, que llegó a incluir, por primera vez, a Brasil, Rusia, India y China entre los diez mayores accionistas.
El poderío de las naciones que lo integran va mucho más allá de los datos de crecimiento: si bien Rusia, Brasil y Sudáfrica no acompañan las tasas chinas o indias, su posición en el escenario internacional, Rusia con su poderío militar, Brasil como superpotencia americana, y Sudáfrica como la nación más desarrollada de su continente, mantiene al bloque a flote. Pragmáticos -muchos de ellos, como China e India, mantienen enemistades bilaterales históricas-, hasta ahora siempre han logrado acuerdos.