
El Señor Piña, es un vendedor de Lotería desde hace muchos años, su sustento proviene de la venta de este producto día a día.
Usualmente vende 100 billetes del Sorteo Extraordinario de Colombia. Durante el sorteo 2195 realizado el 28 de agosto del año en curso, su Distribuidor le entregó los billetes para la venta el 4 de agosto y tenía casi un mes para comercializarlos en la ciudad de Barranquilla, donde reside.
Cada día empieza su labor a las 9:00 a.m., transita por los alrededores de la calle 74 con 53 con el convencimiento de venderlos muy pronto: cada lotero tiene su propio método de venta; hay uno que exige números que correspondan a los años desde el 1945 a 1970 y le pregunta al cliente en que año nació y ahí le tiene su billete. Este rango de fechas porque sabe que es el periodo de nacimiento de los que compran lotería. Piña, ya tiene una clientela establecida y no le toca inventar mucho, pues está en un sector privilegiado bancario y sabe perfectamente que por ahí todo el que camina va con platica.
El día 28 de agosto, se esfuerza demasiado con el fin de cumplir su tan anhelada meta de vender los 100 billetes, ya que ese día juega el SORTEO EXTRAORDINARIO DE COLOMBIA, a las 10.15 p.m., pero siendo las 7.30 p.m., todavía le quedan 3 billetes, con la incertidumbre de devolverlos o quedarse con ellos porque eso implica que tiene que pagarlos de sus propios recursos, lo cual disminuiría su capital para la compra de sus necesidades diarias; para los loteros hay una especie de agüero que cuando le quedan uno o dos billetes no los deben devolver sino quedarse con ellos. Piña sacó cuentas y pensó por un largo rato en la entrada de la distribuidora, en plena 43 con 44 si los devolvía o si los compraba, aunque con la esperanza que apareciera a última hora un comprador; entraba y salía del local como tratando de no huirle a la suerte, pero al final saco cuentas y dijo esos $39.000 pesos que valen los tres billetes los necesito para el recibo de energía y entonces decidió devolverlo.
El día 29 de agosto, se entera por medio de los volantes de resultados que les entregan, que tuvo en sus manos el billete ganador de los 8.000 millones de pesos y lo devolvió, desconsolado manifiesta a su esposa que tuvo la oportunidad de salir de pobre, de tener un mejor futuro y una vida más satisfactoria, lejos de las penurias que tiene que sortear cada día, pero su falta de fe, no se lo permitió.
Hoy, que ha contado su historia a cada cliente que saluda y a todo el que se tropieza en la calle, todos quieren comprarle a él, porque piensan que la suerte lo anda rondando y en broma algunos amigos le dicen por no confiar dejaste de estar en la “piña”.
Todos los meses llueve dinero en Barranquilla para algunos loteros
Cada vez que juega el Extra de Colombia, los loteros que conocen esta historia, exhiben esta lotería con preferencia a otras en la ciudad de Barranquilla; para los que no la han vivido sigue siendo un mito, para otros es una realidad que sorteo a sorteo aspiran volverlo a vivir; un médico que en el pasado se ganó el Premio Mayor del Extra de Colombia, sale a las calles y al azar escoge un lotero y si lleva el Extra le compra toda la billetería; cuentan los que han tenido esta fortuna que los compra todos no importa el valor y ese día el afortunado lotero ganó antes de tiempo.
Los que conocen su historia comentan que varias personas cercanas a él, han ganado con el Extra, por eso su fe en que volverá a ganar otra vez.
El Distribuidor Carlos Hernández de la ciudad de Barraquilla, conocedor de esta historia, ha tratado de contactar al médico, pero aparece haciendo el milagro de manera fugaz y se pierde raudo, en sus lujosos automóviles hasta la próxima fecha.
Suerte en pandemia
El año 2020 fue un año atípico, pandemia, crisis económica, protocolos de bioseguridad, distanciamiento social, emergencia sanitaria, y sobre todo cuarentena obligatoria en sus casas, perjudicando así a los pequeños comerciantes como es el caso de Leidy, quien junto con su esposo compran habitualmente el chance, una pareja joven con ilusiones, emprendedores, pequeños comerciantes del sector de Restrepo en Bogota.
En diciembre compraron dos billetes del Sorteo Extraordinario de Colombia en la ciudad de Bogotá, con el animo de ganar el premio extramillonario de navidad de 8.000 millones, para recuperar todo lo perdido durante el año 2020 a causa del Covid-19.
Al pasar el tiempo sin mejoras en la situación económica y con demasiadas dificultades para pagar las deudas adquiridas durante ese nefasto año, no revisaron si eran ganadores con alguno de los billetes comprados, luego de 7 meses discutía con el esposo por la crisis y este le reclamaba por haber gastado $26.000 pesos en dos billetes del Extra y perdida de dinero en ello; Leidy recuerda en ese momento que nunca revisó los resultados del sorteo, quizás por falta de Fe y decide consultar si es ganadora o no, pero para su sorpresa y la de su esposo a quien casi le da un paro cardiaco, se dieron cuenta que habían sido ganadores de un premio millonario, y que llevaban 7 meses sin cobrarlo.
Finalmente, se acercaron a las oficinas del Sorteo Extraordinario de Colombia para diligenciar su pago y disfrutar de tan anhelado premio, aunque ellos mismos dudaban que fuera real.