Por: Marcela Gómez
Señor Bolero el Musical (De Fábrica De Estrellas New York), es una comedia musical interactiva que habla del amor cuando se transforma, del recuerdo cuando se desvanece, y del poder de la música para sostenernos incluso en medio del olvido con un toque de humor y de nostalgia.
Con 16 artistas en escena y músicos en vivo, esta temporada llega a Bogotá tras exitosas funciones en Nueva York y Miami. Escrita y dirigida por Ricardo Stevan, que también integra el elenco, la obra reúne a grandes figuras del teatro, la música y la televisión colombiana como Yolanda Rayo, con su inconfundible potencia vocal; Michelle Gutty, dueña de una versatilidad notable; Bruno Díaz, que irradia carisma en cada aparición; y la sensibilidad interpretativa de María Cristina Gálvez y Fernando Monge, que completan un reparto cargado de fuerza y matices.
Señor Bolero el Musical hace un recorrido por más de 30 boleros inolvidables como Historia de un amor, Piel canela, Nuestro juramento, Contigo aprendí, Quién será y La copa rota. Cada canción forma parte del relato y acompaña a los personajes en su tránsito emocional, donde las segundas oportunidades y el valor de la memoria se vuelven protagonistas.
Esta temporada del Teatro Libre también incluye Las estrellas se toman el escenario, La Obra Ingrávida, escrita y dirigida por Carolina Rodríguez, que pone el foco en los trastornos alimenticios y la salud mental, a través de una autoficción que aborda los efectos del trastorno de la conducta alimentaria desde la experiencia personal de la autora.
Con un formato íntimo y directo, la obra invita a una reflexión profunda sobre los discursos de belleza, la relación con el cuerpo y el silencio que muchas veces acompaña estas vivencias.
La temporada finalizará con la obra Alicia en el País de las Maravillas, bajo la dirección de Daniel Ávila, pieza que ofrece una lectura contemporánea del clásico de Lewis Carroll y que propone un viaje escénico que va más allá del mundo fantástico.
Hablamos de La Obra Ingrávida, escrita y dirigida por Carolina Rodríguez.
