Por: Daniel Rojas Chía
La cuarta entrega del dios del trueno llega a los cines prometiendo colores, grandes batallas y una llamativa Lady Thor, marcando el regreso de Natalie Portman con su personaje en el universo de Marvel como la científica Jane Foster.
El director de la anterior entrega en el 2017 llamada: Thor Ragnarok el neozelandés Taika Waititi regresa para imprimirle una mayor dosis de humor a la historia y al parecer, un tono definitivo a las películas del mítico personaje.
Según su sinopsis oficial “Thor (Chris Hemsworth) se encuentra en un viaje diferente a todo lo que ha enfrentado: una búsqueda de paz interior. Pero su retiro es interrumpido por un asesino de la galaxia conocido como Gorr, el Carnicero de Dioses (Christian Bale), que busca la extinción de los dioses.
Natalie Portman completa el elenco que viene capturando personajes desde su primera aparición con Thor (2011) entregando a la historia un interés especial, ya que desde los avances de la película se muestra como una diosa del trueno, uniendo de nuevo al mítico martillo destruido en la cinta anterior, llamado Mjölnir para hacerse con el poder del mismo,
En cuanto a la historia y su conflicto, el villano en esta ocasión quedó en manos en lo que es para mí, de uno de los mejores actores de su generación. El inglés Christian Bale construye a un asesino de dioses llamado Gorr. Este sin duda alguna, es uno de los mejores villanos del universo Marvel ya que Bale le da una gran presencia y recordación en la pantalla, gracias a su historia y su dolor el cual hace que de alguna manera conecte más con el público.
Por otra parte, se encuentra Thor (Chris Hemsworth) al mejor estilo de Thor Ragnarok, encontrando a un dios súper poderoso, algo torpe y al parecer indestructible. Este también desarrolla toda una línea cómica durante toda la película, complementándose todo el tiempo con personajes como Korg, la valquiria y hasta la propia Lady Thor.
Probablemente otros muchos personajes, los cuales interactúan con Thor en escenas y secuencias épicas como la de Zeus (Russell Crowe) pero que en ocasiones parece excederse en humor, restando cierta imponencia y tono épico que pudo haber tenido un mayor impacto, son las formas del director, las cuales funcionan bien con personajes secundarios como las particulares “cabras” pero que en secuencias que al parecer exigían otros tonos, se pierde el dramatismo que pudo llegar a conseguir.
Esto no significa que la cinta pierda su norte y lo que desde un principio se propuso dar su director Taika Waititi desde la anterior película, ya que definió un ritmo y un desarrollo que en “Amor y trueno” potencializo con escenarios épicos y secuencias de acción que son dignas del dios del trueno.
Cabe la pena resaltar que, si el espectador no gustó mucho de Thor Ragnarok, hay una gran posibilidad que esta nueva entrega no sintonice tanto con sus expectativas ya que la fórmula para el desarrollo de la historia es parecida.
Así mismo cabe recalcar que el universo de Marvel parece estar reconstruyéndose de a poco con un recambio generacional, cuando esta película también funciona de trampolín para la próxima entrega de Guardianes de la galaxia.
Es una lástima que un personaje como Gorr (Christian Bale) no se desarrolle de una mejor manera y que gracias a la temática cómica de la película, su personaje se ve por momentos perdido y solo explota ligeramente un villano con tanto potencial. Este también es el caso de Lady Thor (Natalie Portman)el cual el director supo darle una especial espectacularidad, pero que tenía todo el potencial para que en compañía de la Valquiria (Tessa Thompson) puedan ser capaces de sostener ellas dos solas una película.
En otras palabras, Thor: amor y trueno tiene una vez más el sello de Taika Waititi el cual logra dividir las sensaciones finales del espectador y en cómo debe funcionar la narración en una película de este tipo, pero sin duda se pueden encontrar grandes momentos en donde la cinta logra conectar con lo épico y espectacular. También logra construir importantes mensajes como la importancia de los niños para toda construcción social y soluciones que se construyen en un colectivo, consiguiendo otra épica escena casi en el final. Vale la pena recordar que Waititi también deja este mensaje en su película Jojo Rabbit. (2019)
Una cinta de una hora y cincuenta y nueve minutos de duración que de seguro generará opiniones diversas gracias a la numerosa legión de fans que Marvel Comics con Marvel Studios ha construido en los últimos años. Mientras tanto, disfruten del espectáculo.