Más de 10.100 personas refugiadas sirias han cruzado la frontera con Irak en busca de la seguridad. Cerca del 75% de los refugiados registrados son mujeres, niños y niñas. Más de una cuarta parte de las familias refugiadas son monoparentales encabezadas por mujeres. Entre las llegadas también se encuentran menores no acompañados.
El campo de Bardarash, localizado en la gobernación de Duhok, está preparado para recibir hasta 11.000 personas. Se han identificado otros sitios cercanos para acoger a más personas refugiadas, sirios que se agregan a los 230.000 que ya se encontraban allí.
No solo este movimiento de personas se dan por esta guerra que no termina, en Latinoamericana Venezuela se convierte en el generador de migrantes más preocupante. Casi 600.000 personas cruzaron la frontera en los últimos 4 meses y ya suman más de 4,5 millones de exiliados y refugiados alrededor del mundo.
De acuerdo con el conteo que realiza mes a mes la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), es como si en ese tiempo se vaciara la población total del estado venezolano Nueva Esparta.
Desde junio, los principales países de acogida Ecuador, Chile y Perú establecieron restricciones para el ingreso de venezolanos a sus territorios. Pero la exigencia de visado no detuvo al éxodo considerado por la ACNUR el más grande en la historia reciente de la región. En junio emigraron 163.717, en julio 144.720, en agosto 108.340 y en septiembre 178.930. Para un total de 595.707 nuevos migrantes solo 120 días.
Según la investigadora de la Universidad Simón Bolívar Claudia Vargas destaca que “En tan solo 3 años ha salido más gente de Venezuela que los que han emigrado desde 2011 de Siria”.
En ocho años más de 5,6 millones de personas han huido de Siria. Desde que comenzó la guerra en 2011, van 6,6 millones de desplazados internos. Estos escapan de las bombas y de las balas, en Venezuela del hambre y la crisis de salud, allí son cerca de 4.5 millones de migrantes forzados por la crisis financiera, política y en todas las instancias de la vida del país caribeño.
El drama en ambos casos no tiene esperanzas de terminar y más por el contrario se agudiza con la presencia de intereses ajenos a las zonas en conflicto por parte de gobiernos que buscan cambios radicales sin considerar a los habitantes de estos territorios y sus verdaderos intereses de tener una vida digna, en paz y con justicia social.
La Acnur prevé que la cifra de refugiados y migrantes al final del año alcance los 5 millones. Para entender la magnitud de este número, es como si se hubieran ido todas las personas de al menos 5 estados de Venezuela: Mérida, Monagas, Portuguesa, Falcón y Sucre. La proyección poblacional de cada uno de estos territorios está estimada en un millón de personas según cálculos del Instituto Nacional de Estadísticas.