Por: Daniel Rojas Chía
Este año Disney Animation Studios se embarcó en grandes proyectos de altas expectativas, con conocidos personajes de sus famosas franquicias como la maravillosa y poco apreciada Lightyear, que se fue opacando por efecto de una serie de críticas que poco tenían que ver con la apreciación cinematográfica.
En esta ocasión el artífice es el director de cine, escritor y actor de doblaje, Donald Lee Hall, que también fue responsable de cintas como Raya y el último dragón (2021), y Grandes héroes (2014), entre otras.
Este largometraje de acción sumerge al espectador en un viaje a una tierra inexplorada y traicionera, donde unos seres fantásticos aguardan la llegada de los míticos Clade, una familia de exploradores cuyas diferencias amenazan con frustrar su última misión, la más crucial con diferencia, en una cinta escenificada bajo las órdenes de Don Hall y el codirector/guionista Qui Nguyen, y producida por Roy Conli.
Una de las muchas virtudes de la película es la profundidad que toma cada personaje en la historia y lo bien construida que está. La cinta desarrolla la aventura que anuncia en su cartel, pero al espectador se le ofrece mucho más por descubrir, gracias a una trama que sube en intensidad sin perjudicar sus arcos narrativos más importantes, como el de la familia y la importancia de su unión, el sentido mensaje al planeta tierra que propone un potente mensaje.
Aunque los personajes a primera instancia parecen no salir de un esquema, impulsan la historia, porque ese mundo extraño es fascinante y espectacular. La paleta de colores y la intensidad de las criaturas que allí habitan, hacen que nunca se sature la pantalla, hecho que propone un buen ritmo entre dos puntos de giro conmovedores y bien solucionados.
Los mensajes sobre la unión familiar y sus problemáticas son el principal eje narrativo, acompañado del perdón y el autodescubrimiento en tres generaciones diferentes, que culmina con un mensaje bellísimo hacia la naturaleza y una invitación a vivir en armonía con ella.
Un mundo extraño es una historia bien argumentada, sin conflictos excesivos y con un gran punto en común como la ausencia de villanos en la narrativa, dejando otro potente mensaje al final de la película que no quiero señalar para que cada persona que la vea, se lleve su propia conclusión.
Una película que vale la pena ver en cine por sus buenas sorpresas, que deja mensajes de gran recordación que funcionan muy bien con la imagen
