En Colombia, la diabetes se ha convertido en un desafío creciente para el sistema de salud pública, los pacientes y la sociedad en general. Aunque las cifras varían según las fuentes, los datos clave apuntan hacia una magnitud importante del problema: se estima que poco más de 3 millones de adultos y jóvenes en el país viven con diabetes, lo que representa una prevalencia cercana al 8,4 %. Según la International Diabetes Federation en paralelo, en América Latina, la prevalencia de diabetes en adultos se ha incrementado de 7,1 % en 1990 a 13,1 % en 2022 según Pan American Health Organization.
Diagnóstico tardío y cifras invisibles
Una de las preocupaciones principales es que el diagnóstico oportuno sigue siendo una asignatura pendiente. Según el Asociación Colombiana de Endocrinología, alrededor del 50 % de las personas con diabetes en Colombia no saben que la padecen. Eso significa que, de cada dos personas con diabetes, una no está recibiendo tratamiento aún o incluso está sin saberlo.
Este retraso en el diagnóstico tiene consecuencias concretas: las complicaciones (como ceguera, amputaciones, insuficiencia renal, enfermedades cardiovasculares) se presentan con mayor frecuencia, lo que eleva tanto el coste médico como la carga para el paciente y el sistema de salud. En Colombia, la diabetes es la quinta causa de muerte en personas entre 30 y 70 años Ministerio de Salud.
Factores que impulsan el aumento
Los expertos coinciden en varias causas del aumento de la prevalencia:
- Envejecimiento de la población, mayor urbanización y sedentarismo.
- Alimentación poco saludable, alto consumo de bebidas azucaradas y ultraprocesados: en Colombia, el consumo promedio de porciones de bebidas azucaradas es muy elevado y esas dietas están relacionadas con el aumento de la diabetes tipo 2.
- Falta de hábitos de vida saludables: actividad física insuficiente, ingesta elevada de azúcar, grasas saturadas, etc.

Mitos que obstaculizan el tratamiento
Además de los retos estructurales, existen mitos persistentes que dificultan un abordaje efectivo de la enfermedad. Algunos de ellos son:
- Si no tengo síntomas, no puede ser diabetes. Esto suele llevar a que muchas personas no se realicen exámenes preventivos y descubran la enfermedad en etapas avanzadas.
- La insulina es para personas con tipo 1 o cuando ya todo está muy mal. Esto genera rechazo al tratamiento o delay en su inicio cuando es necesario.
- Si como bien ahora, entonces ya no me preocuparé más. Aunque la alimentación saludable y la actividad física son esenciales, la diabetes puede avanzar aún con cuidado si los niveles de glucosa ya están alterados y no se monitorean o tratan correctamente.
- Es un problema solo individual cuando en realidad intervienen factores sociales, económicos y de salud pública (acceso a diagnóstico, educación, medicamentos).
Estos mitos afectan la adherencia al tratamiento, la detección temprana y, finalmente, el control de la enfermedad. Por ejemplo, aunque se logre el diagnóstico, sólo alrededor de la mitad de los pacientes tratados alcanzan las metas de control metabólico.








