Mientras en la mayoría de los países del mundo se tiene aprensión a los extranjeros, el país suramericano ofrece la posibilidad de hacer vida en el que se ha catalogado como el país más estable del Cono Sur.
Las políticas de estado busca aumentar su población y “activar” su economía sin “dañar” la integridad fiscal del país. La población uruguaya, de aproximadamente 3,5 millones de habitantes, ha sido prácticamente la misma durante 30 años.
“Uruguay siempre ha sido un país de brazos abiertos para países que están expulsando a su gente, venezolanos, cubanos y de otros lugares”, dijo el presidente electo Luis Lacalle Pou, quien asume el cargo el 1 de marzo.
Y agregó: “Pero también es un lugar para que la gente que no está pasando mal pueda decir que aquí es un lugar donde se respeta la inversión, donde es bueno traer a vivir a su familia y donde hay certeza jurídica”.
Es tratar de aumentar el tamaño de la población y parte de su plan incluye facilitar la entrada de residentes extranjeros.
La administración de Lacalle busca atraer entre 50.000 y 100.000 extranjeros en sus 5 años de gobierno, con un fuerte énfasis en grandes y pequeños empresarios argentinos que se ven afectados por los vaivenes económicos de dicho país.
Uruguay puede definirse como “una isla de prosperidad y tranquilidad” porque ofrece “escuelas y universidades de calidad”, así como “tasas de seguridad pública más altas que las de los países de la región”, y buena calidad de vida.
Actualmente, el país pide a un extranjero que quiera obtener la residencia que invierta aproximadamente US$1,8 millones en una propiedad o negocio uruguayo, y permanezca en el país por al menos seis meses consecutivos.
“La ley de 2008 establece, por ejemplo, que los residentes que llegan del extranjero tienen los mismos derechos que los uruguayos para acceder a la salud y la educación pública y para trabajar, ya que con el documento de identidad provisional ahora se puede ingresar al mercado de trabajo”, explica la historiadora uruguaya Adela Pellegrino, profesora jubilada de la Universidad de la República.
Un destino posible en un país que le apuesta a crecer a partir de la migraciones, tal como sucedió hace más de un siglo en esta parte del continente.
Fuente:BBC News Brasil