
El proyecto establece que aquel candidato que obtenga el 40% de la votación con una diferencia superior al 10% en referencia al segundo, no irá a una segunda vuelta. En 2017, un estudio realizado por la Fundación para el Progreso de la Región Capital (ProBogotá Región), demostró que desde la primera elección de Antanas Mockus, en 1994, ningún alcalde mayor ha alcanzado el 50 % de los votos.
La iniciativa buscaría que,si ningún candidato obtiene la mitad más uno de los votos en la primera vuelta, se realizaría una nueva votación tres semanas más tarde con el fin de garantizar mayor legitimidad popular al próximo burgomaestre de la capital.
A falta de dos debates para que la reforma se haga realidad, la Comisión Primera de la Cámara de Representantes informó que los alcaldes se vienen eligiendo por mayoría simple, cada vez con una menor proporción de los votos de los electores bogotanos.
El efecto se agrava si se considera que el nivel de participación es aproximadamente del 50 %, “lo que termina significando que un alcalde elegido con el 30 % de los votos realmente representa tan solo al 15 % de los votantes potenciales”, concluyeron en el legislativo.
Resulta que los últimos alcaldes de Bogotá han sido elegidos con menos de un millón de votos, lo que representa el 30% de los votos de quienes han sufragado, y 17% de los ciudadanos habilitados para votar.