Por: Alexandra Pamplona, Michael Pulido
El Pulpo relata como tuvo que reinventarse, actualmente se dedica dictar conferencias enfocadas en la superación y cuenta cómo se puede “Volver a empezar” tal como se titula su libro, adicionalmente dirige una escuela de fútbol en Cali, se encuentra desarrollando un mega proyecto de formación integral para niños que han decidido dedicarse al fútbol.
Han pasado 6 años desde que usted sufrió el ataque en Cali. ¿Cómo ha vivido su proceso de recuperación?
La vida me ha cambiado muchísimo, pasé de ser un deportista de alto rendimiento a perder la mitad de la movilidad de mi cuerpo, a partir de ese momento empecé un proceso psicológico, físico y mental, pero sobre todo espiritual, donde tuve que mirar mucho para adentro y buscar ese potencial que tenemos los seres humanos para despertar el gigante que tenemos dentro. Generalmente cuando tenemos una adversidad tratamos de evitarla, de correr, pero el mundo sigue en movimiento.
Yo siempre digo que uno lo tiene que intentar, por ejemplo; de pequeño soñé con ser jugador de futbol, después que pase por esto y mi sueño solamente se trasladó, los médicos me decían que no volvería a caminar, ellos me solo una mandaban una terapia por día y yo me podía quedar con eso, yo hacía de cuatro a cinco terapias por día, procuraba darle mucha información a mis piernas, estaba convencido de que era el único camino para poder mejorar, si yo quería sentirme mejor y superar esta situación tenía que esforzarme mucho.
Lo cierto es que la sigo superando ya que hasta la fecha sigo teniendo limitaciones y dolores, pero mientras que la cabeza este fuerte siempre le va ganar a el cuerpo.
La probabilidad de volver a caminar era del 1% ¿cómo tomó esa noticia?
Cuando tu pasas por una situación de estas todo es nuevo, en ese momento te aferras a los que saben y los que saben en este caso son los médicos, ellos me dieron un diagnóstico que no quería escuchar, entiendo que quizás era lo que tenía que escuchar para realmente no quedarme con decir, bueno, me voy a recuperar solo, si no que no tenía posibilidades de levantarme de una cama o de pararme de una silla de ruedas, empecé a dar el máximo para demostrarme a mí mismo que podía; no por demostrarle a los médicos porque al fin y al cabo yo
no le tengo que demostrar nada a nadie, tenía que demostrarme a mí que podría salir de esa situación, que me vencería porque el mayor rival que tenemos somos nosotros mismos.
¿Por qué quedarse en Cali después de lo que ocurrió y qué le dijo su familia cuando decidió quedarse en Colombia?
Esa es la pregunta del millón ¿Por qué no me fui? Antes del incidente nosotros habíamos tomado la decisión de quedarnos a vivir en Colombia, realmente nos enamoramos del país, la gente es maravillosa. Pasó lo que pasó y nada cambio, sin buscarlo me volví un ejemplo para muchísima gente que está en la misma situación o por otro tipo de adversidades, puede que les transmita esa fortaleza para poder superarse. Creo son cosas que la vida va poniendo en este camino, a veces uno no entiende porque pasan las cosas, pero comprendí que donde te ponga el universo tienes que dar lo mejor.
¿Qué se siente volver a empezar?
Uno piensa que se vuelve a empezar cuando toca fondo, pero realmente empezamos todos los días porque cada día es diferente; debes hacer algo nuevo, debes ser un mejor ser humano, un mejor papá, un mejor hermano, un mejor hijo, un mejor estudiante, un mejor jefe, una mejor
mamá. De eso se trata de que todos los días te superes, que siempre te exijas a pesar que la vida te traiga cosas y emociones inesperadas, la vida te da, pero también te quita y debemos estar preparados.
¿Qué sintió al ver a su agresor y que tan fácil fue perdonarlo?
Cuando fui a la cárcel no sentí absolutamente nada, ahí me di cuenta que mi corazón estaba completamente sano, porque el verdadero perdón trata de soltar, de liberar esas cargas que están en el pasado y te pueden estar perjudicando el presente. El perdón es por uno, no es por la otra persona, yo te perdono, pero si tu quieres cambiar bienvenido sea, si no es tu problema, no el mío. Yo perdono para estar en paz, para seguir y para poder enfocarme en estar tranquilo conmigo, cuando perdonas puedes tocarte la herida sin que te duela. Mucha gente dice que perdonar es olvidar, nadie olvida, literalmente nadie olvida, todos vamos a recordar y más que si se trata de momentos que te marcan la vida, el verdadero perdón se trata de recordar sin dolor y así lo hago.
Esta persona durante la entrevista no admitió ser quien disparó el arma ¿Cómo siguió el proceso? ¿Lo ha podido ayudar?
Él no lo admitió, pero después en privado si lo hizo, habrá pensado que si declaraba en público le podrían dar más años o le harían algún atentado. Igual cuando él me dijo que no fue, yo le dije: no vengo a hablar del pasado, vengo a hablar de este momento y en este momento la vida te abre las puertas, tú decides si las quieres cruzar o no. Le pregunté si le gustaba el fútbol, le dije que tengo una escuela de formación y que el día en el que cumpliera su pena podría tener trabajo conmigo, así que todo va a depender de su comportamiento, de sus ganas de crecer, de sus ganas de aprender, de las ganas de reconocer que cometió un error. Después de la pandemia
fui tres veces a la cárcel, le llevé material hasta del curso que estaba haciendo de técnico, pero con el tema de la pandemia se perdió el contacto.
Siguiendo su ejemplo ¿Qué decirles a las personas que en este momento están recibiendo noticias de enfermedades muy graves y diagnósticos médicos parecidos al que recibió en aquel incidente?
Creo que la mejor manera de enseñar no son las palabras, sino el ejemplo, porque hay quienes con la boca dicen mucho, pero con el ejemplo dicen totalmente lo contrario. Yo lo que espero todos los días es tratar de ser congruente y estar conectado con lo que digo, pienso y hago, entonces, antes que decirles algo es mostrarles con el ejemplo que por más que tengas una adversidad te vas a levantar con buena actitud, con buena energía y vas a luchar por lo que quieres. Quizás luego irás encontrando cosas divinas como los milagros, personas con cáncer que se curan solas, otros con diagnóstico terminal donde muere primero el médico que el paciente. Además, tienes que agregar la fe, sin hablar de religión, cada quien cree en lo que quiere creer y lo puede llamar como quiera, yo lo llamo Dios, pero si no tienes esa energía el cuerpo te va a ganar, si eso pasa, la mente pierde y si la mente pierde, pierdes todo.
¿Cómo vive el fútbol ahora?
Lo disfruto, no soy hincha rabioso de ningún equipo, apoyo sobre todo a los equipos donde jugué y si ganan pues genial si no es así, pues ni modo. Además, tenemos una responsabilidad muy bonita, una escuela de fútbol aquí en Cali, no quiero salirme de mi profesión porque es con lo que me crie, es lo que conozco y es donde sé que puedo brindar algo según mi experiencia. También está el proyecto de una escuela de formación más grande donde se planea darle todo a los niños en un solo lugar para formar grandes personas y grandes futbolistas, es un proyecto a largo plazo.
¿Cómo va este proceso de súper escuela de formación integral?
Es un proyecto ambicioso, lo que queremos es unir a todas las escuelas de fútbol a nivel nacional por medio de una casa hogar, donde a los niños les podamos dar todas las armas para que se puedan capacitar no solo como futbolista, sino también como técnicos y pelearle a cualquier deportista a nivel mundial porque la idea es que también se preparen psicológicamente, mentalmente, físicamente con el conocimiento porque si tiene el talento y tiene el don ahora hay que inculcarle para que tenga esa disciplina que debe tener una persona exitosa. En esta casa hogar también se va a estudiar idiomas, portugués, inglés y francés, entrenar doble horario, tener vitaminas, todas las comidas, gimnasio, nutricionistas y un psicólogo, como dije, es muy ambicioso, pero si logramos unirnos vamos a obtener muchos beneficios a futuro, a claro que todo será a través de un contrato y convenios, todo muy legal.