Si bien es sabido, el Cine tuvo sus orígenes en el viejo continente, sus primeros referentes los encontramos en las adaptaciones literarias de la época y más puntualmente en las obras de teatro llevadas a la pantalla.
Mauricio Marín, Paola Ricaurte, Lek Gálvez, Alexandra Montaña y Paola López.
Gracias a los hermanos Lumiere y su revolucionario invento, el Cinematógrafo, lo que conocemos hoy en día como el Séptimo Arte pudo tener una evolución a pasos agigantados que se empezó a ver en todos los países de Europa, especialmente en Francia, España, Alemania en donde los referentes se notaron con mayor fuerza.
Desde entonces el Cine ha sido el protagonista en mucho de los sucesos de la historia universal, desde la segunda guerra en donde las proyecciones de cintas fueron fundamentales como medio de difusión en diversas campañas velicas, luego de este periodo de crisis universal, el Cine adquirió un rol muy importante como medio de comunicación, posteriormente empezó paulatinamente a tener más fines un poco más comerciales.
Sin embargo en Europa este concepto no fue tan acuñado por la industria del Cine como si lo hizo Hollywood en América, el cine europeo se caracteriza por tener diferentes vertientes de pensamiento debido a su variedad de contenidos por país, pero algo por resaltar es que el Cine de este continente hace referencia, inevitablemente, al cine de autor (una denominación actualmente atribuida al hecho de que una película no cumpla con la marca Hollywood, se vuelve de autor – “cine-arte”)
Para muchas personas, estas cintas denominadas “Cine Arte” suelen asociarlas con algo aburrido porque carecen de esos aspectos que el cine comercial inculca en las películas para que sean consumidas por el público, sin embargo, los aspectos que ofrecen los filmes europeos son muchas veces más enriquecedores ya que no se hacen con fines comerciales si no que contienen eso elementos que las hacen más especiales para un selecto público y con propósito más enfocado al Arte.