En el corazón de Medellín, la Organización Ciudad Don Bosco, bajo la congregación salesiana, lidera un ambicioso proyecto social que atiende a más de 700 jóvenes en situación de vulnerabilidad. Dirigida a niños, niñas y adolescentes víctimas de violencia, abuso, explotación laboral y a jóvenes desvinculados de grupos armados, Ciudad Don Bosco se ha consolidado como un ecosistema integral que combina educación, protección y formación técnica para devolverles la esperanza y un proyecto de vida digno.
Formación técnica y empleo como pilares de la recuperación
Juan Pablo Sandoval, coordinador de proyectos y desarrollo institucional de Ciudad Don Bosco, destaca el enfoque integral de la organización, que no solo ofrece educación formal en su institución educativa, sino que también brinda talleres técnicos en áreas como mecánica, electricidad, gastronomía y otras disciplinas. Además, cuentan con alianzas con más de 380 empresas para facilitar la inserción laboral de los beneficiarios, complementando este proceso con empresas productivas propias que buscan garantizar la sostenibilidad económica del proyecto.
Alianza estratégica con UNIMINUTO y programa de inmersiones sociales
Desde 2024, Ciudad Don Bosco y UNIMINUTO han fortalecido su vínculo a través del programa de inmersiones sociales, en el que estudiantes universitarios de distintas regiones de Colombia participan un proceso académico de acompañamiento social y comunitario llamado Inmersiones Sociales, Con los pies en la tierra. Esta alianza enriquece tanto a los jóvenes estudiantes como a la comunidad, generando un intercambio valioso de conocimientos y experiencias que trasciende la formación académica.

Un aprendizaje mutuo que despierta compromiso social
“Ciudad Don Bosco no solo agrega valor a los jóvenes estudiantes, sino que ellos también aportan mucho a nuestra comunidad. Es un proceso de aprendizaje mutuo que despierta pasión y compromiso social en los estudiantes”, afirma Sandoval.
Educación y compromiso para construir oportunidades
Este trabajo conjunto entre instituciones educativas y organizaciones sociales refleja el poder transformador de la educación y el compromiso comunitario para abrir nuevas oportunidades, especialmente en contextos con altas tasas de vulnerabilidad. Ciudad Don Bosco se posiciona, así como un ejemplo de cómo la cooperación, el aprendizaje y la formación pueden tejer esperanza y ofrecer una verdadera oportunidad de cambio para miles de jóvenes en Medellín y el departamento de Antioquia.