Recientemente la vicepresidenta de la Argentina fue víctima de un intento de homicidio. ¿Qué pasó? ¿Por qué el arma no se disparó? ¿Por qué alguien quería atentar contra ella? ¿Por qué el sistema de seguridad no funcionó? Preguntas que se formulan los argentinos en un país con una profunda crisis económica, política y social que hace repensar los últimos acontecimientos alrededor de la expresidenta y ahora vicepresidente y presidente del Congreso.
¿Qué pasó?
El primero de septiembre, en horas de la noche, cuando la vicepresidenta se disponía a ingresar a su residencia en Buenos Aires, fue víctima de lo que las autoridades argentinas llamarón “Intento de magnicidio agravado” o “Intento de homicidio calificado” por parte de un hombre identificado como Fernando Andrés Sabag Montiel. Éste portaba una pistola semiautomática, pero sin carga de balas.
¿Por qué el arma no disparó?
Podemos deducir dos hipótesis. La primera es que el arma no funcionó correctamente, o sea, posiblemente estaba malograda, o que no estaba cargada. Sin embargo, luego de la inspección policial se encontró que el arma no estaba cargada. No obstante, en la vivienda de él se encontraron dos cajas con aproximadamente cien balas. Esto lleva a otra pregunta ¿Qué llevó a Sabag intentar asesinar a la Kirchner?
Según diarios porteños de alta circulación, “es un ciudadano de nacionalidad brasileña de 35 años con domicilio en el barrio porteño de La Paternal; tiene antecedentes y vínculos con grupos radicalizados” -La Nación-. En una entrevista con uno de los amigos del victimario, aseguró que Fernando sufrió de bullying en el colegio y que siempre fue reprimido por la sociedad en la que vivía. Afirmó que quizás eso haya sido el factor para que el reaccionara de esa manera, -El Clarín-.
¿Por qué alguien quería atentar contra ella?
Al revisar un tanto la historia política de los Kirchner, que han gobernado el país en los últimos doce años se ha acentuado las diferentes crisis que enfrentan los ciudadanos de este país suramericano. Más pobreza, desigualdad e inconformidad en un país con índices de pobreza que contrasta con la sorprendente noticia de la tributación, de este año, de la vicepresidenta, triplicó su patrimonio. En cifras más exactas, la vicepresidenta inició el año con un patrimonio $16,4 millones y pasó a más de $48 millones éste primero de septiembre. Su hijo Máximo Kirchner reportó patrimonio $523.382.019,69. En el caso de inmuebles, informados de titularidad propia al 100% y 25 que comparte con su hermana Florencia Kirchner producto de la herencia de su padre Néstor Kirchner.
En contraste la realidad del argentino promedio es que inicia el mes de septiembre con varias reducciones presupuestales que afectan a las poblaciones más necesitadas, como el fin de subsidios energéticos, sumando los incrementos de 40% en las tarifas del transporte en todas sus categorías. Los colegios privados bonaerenses, por ejemplo, subieron un 9%, los taxis porteños un 30% en un primer tramo este mes, las empleadas domésticas el 9% y las expensas cerca del 10%.
Esto ha generado un gran disgusto y preocupación en la sociedad argentina, principalmente por la fuerte inflación que afronta el país y que, si ahora le suman estas reducciones, lo que hace que una inmensa mayoría no puedan llegar a fin de mes. Y mientras la gran mayoría de la población se empobrece, unos muy pocos se enriquecen.
Aun así, son muchos los que rodean a la vicepresidenta en manifestaciones de apoyo que sorprenden al observador no conocedor de la idiosincrasia política y cultural de los argentinos, donde las ideas se vuelven literalmente doctrinas casi religiosas y una de ellas es el peronismo, que a ciencia cierta es un camaleón que muchas veces no se puede determinar a qué corriente política pertenece.
Ahora bien ¿Por qué el sistema de seguridad no funcionó?
Según los medios argentinos, había una gran cantidad de efectivos custodiando a la vicepresidenta, pero no hubo un respectivo orden en su cordón de seguridad, el cual impusiera una distancia considerable entre los manifestantes y la vicepresidenta, considerando la situación de orden público que la rodea. Aun así, y según dice la prensa porteña, la policía no preparó una posible ruta de escape es caso de que ocurriera algo, que lamentable estuvo a punto de suceder.
Esto deja muchas preguntas y conjeturas en un momento en que la justicia la acusa formalmente de malos manejos y donde factores como la pugnacidad política se acentúa en el manejo del poder del presidente y su vicepresidenta, la crisis económica y los cambios seguidos del ministro de asuntos económicos, la pobreza rampante y en general la ambición de una familia de abogados que se formaron en la política en Santa Cruz hasta llegar a la primera magistratura y que ahora, esa historia de amor y logros, está manchada por temas de profunda corrupción y la ambición de mantenerse en el poder a través de sus hijos.
Los hechos parecen de guion cinematográfico, como la vieja película “Cortina de Humo” protagonizada por Robert De Niro, Dustin Hoffman, temas que en la política muchas veces aparecen y solamente a través de la historia se logra conocer la tozudez de los hechos. Parece imposible que con la cantidad de efectivos que había en el sitio, Fernando Andrés Sabag haya pasado “como pedro por su casa” y hubiera intentado asesinar al frente de todos a la vicepresidenta.
Aún faltan piezas en este rompecabezas, que por ahora moviliza a una gran cantidad de personas a favor de ella, mientras otro tanto se hacen cruces ante los hechos. Por ahora los argentinos disfrutan de un día de asueto decretado por el presidente para que reflexionen sobre los caminos de la violencia que ha recorrido Argentina.