Cada ser humano goza de una memoria a la que acudir cuando necesita un dato, una clave, un número o un recuerdo que le permita vivir cada momento que pasó por su vida como si estuviese allí. Se supone que cuando se juntan todos esos recuerdos durante varios años, se puede percibir una vida entera entre alegrías, pérdidas y aprendizajes, pero siempre hay algo que se les escapa a esas memorias, solo que a veces no recordamos que siempre se quedan con nosotros.
Es la idea central del director y actor John Krasinski, que luego de las inquietantes Quiet Place (2018) y Quiet Place 2 (2020), regresa como director y actor en una película con carátula infantil, que en realidad es un drama cómico lleno de melancolía para adultos, porque es un recorrido entre esos recuerdos llenos de polvo que tiene el espectador en su cabeza.
Krasinski escribe y dirige Amigos imaginarios, o If, como fuera nombrada en origen. La cinta trata sobre Bea (Cailey Fleming), una niña que descubre que puede ver a los amigos imaginarios de todo el mundo, y lo que hace con ese superpoder mientras se embarca en una aventura mágica para reconectar a los amigos imaginarios olvidados con sus hijos.
Amigos Imaginarios está protagonizada también por Ryan Reynolds, Cailey Fleming, Fiona Shaw y las voces de Phoebe Waller-Bridge, Louis Gossett Jr. y Steve Carell, entre muchos nombres conocidos, que vale la pena verla en inglés.
El director logra esa magia que no se debería perder al crecer, ese beneficio de la duda donde la realidad no se descompone tan rápido, y estos seres, Los amis, nos entregan parte de la importancia respecto de quiénes somos, así como la necesidad de hacer de este mundo un lugar amable y mágico.
La película logra una atmósfera favorable para la historia, y Fleming es una buena protagonista. Juntos encuentran una buena dinámica, apropiada para el género y la interacción de los amis, que nos recuerda a ¿Quién engañó a Roger Rabbit? (1988), que combina personajes reales con ficticios, aunque aquí hay un tono familiar que funciona también para un público infantil.
Amigos Imaginarios utiliza el recurso de la nostalgia para volver a conectar recuerdos propios, utilizando formas de películas como Monsters inc (2001), sin la ternura de Boo y a cambio de eso logra momentos conmovedores por sí mismos y lo que significa, por cuenta del contrato social, crecer con la obligación de olvidar otras nociones de la vida, lo que nunca es necesario.
Krasinski logra una película interesante y conmovedora, al lado de Ryan Reynolds, siendo un Ryan Reynolds para el horario familiar, con personajes con recordación y una historia que podría llegar a más, que sin embargo es más que suficiente para extender un drama que pretende hacernos recordar la magia que tenemos dentro, y que nunca es bueno olvidar toda esa elocuente inocencia creativa, de la que todos gozamos, pero que olvidamos porque se “tiene que crecer”.
Una cinta que se ve familiar y que se puede disfrutar en compañía de todos, que en realidad es para adultos. Así que aliste pañuelos y haga memoria, tal vez recuerde a su amigo imaginario y pueda abrazar su luz.
