Este año he tenido el gusto de reconocer calidad en los productos audiovisuales colombianos, como el caso de los documentales, y el trabajo del director colombiano Manuel Contreras sigue con las buenas sorpresas. Este documental propone preguntas como la familia se educa y se muestra como una institución, confrontando ese imaginario desde su núcleo personal, que, aunque parezca un documento familiar en un principio, se convierte en un documental en su crecimiento y termina siento una interesante narración que contiene varias ideas universales sobre el ser humano y su continuidad y porque no, su legado.

Los vivos y los muertos, desde la intimidad de cada una de sus escenas, logra el cometido de adentrarse en los rincones ocultos de la vida familiar de los espectadores. Es interesante cómo Contreras logra compenetrar con el espectador por similitudes mínimas o por ver su situación representada casi al pie de la letra, frente a otras familias, como también cuestiona lo que se ha entendido como normal en el ámbito privado y genera espacios comunes para conversar y entender su identidad.
“La cuestión con los problemas familiares es que, como siempre han estado ahí, se tienden a dejar de lado. No hay un detenimiento para pensar de dónde vienen, o a qué responden estos comportamientos. Solo se asume que así es la vida”, reflexiona Manuel, consciente del espacio único que generó en su largometraje.

Puede que a primera vista Los vivos y los muertos no impacte visualmente, ya que una de sus virtudes para mí, es su continuidad y la manera inteligente como fue formando una historia interesante con sus familiares, que en ocasiones se ve tan armónica que parece que fuera adrede, pero Contreras fue capaz de encontrar las formas para armar un documental entretenido con lo que fue encontrando, que también refleja sus visiones propias hacia sus construcciones afectivas personales, y cómo el recuerdo de su madre se convierte en el eje.
Cabe resaltar que esto es un documental sin actores y las palabras como los momentos se encontraron para darle una narrativa formal, bien hecha y con resultados que prometen más trabajos de este director colombiano.