Una de las franquicias bajo la licencia de Sony, derivada del mundo de Spiderman y en su supuesta última parte, llega a los cines.
El oscuro personaje de Venom, regresa a los cines luego del estreno de su segunda parte estrenada en 2021, ahora en su tercera entrega con Venom: el último baile que cierra esta simbiosis de Eddie Brock (Tom Hardy) y este peculiar extraterrestre que se alimenta con carne.
En esta ocasión, Eddie y Venom están a la fuga, no solo perseguidos por la policía sino por seres mucho peores. El dúo se ve obligado a tomar una decisión devastadora que hará que termine este último baile.
La cinta es una secuela directa de las anteriores y pretende abordar de nuevo los conflictos de sus dos personajes principales y la posición de Eddie frente al mundo y su existir, pero lamentablemente ninguna de las dos se lleva a cabo.
Venom: el último baile promueve desde su título en el cartel, que esta es la conclusión de una trilogía de dos personajes que causaron un ruido importante cuando son parte de otra franquicia.
El británico Tom Hardy le sigue entregando un estilo al personaje que tiene una lucha literal con su demonio interno, que lamentablemente no se consolida.
En una hora y cincuenta minutos la película logra secuencias de acción entretenidas y llenas de espectacularidad, pero la historia de la película ni el desarrollo de los personajes avanzan mucho.
Por otro lado, la introducción a nuevos personajes fue al parecer lo que más le interesaba a la franquicia, que, en mi opinión distrajo mucho el centro real de la trilogía: el conflicto final de Eddie y Venom.
Venom: el último baile no encontró un punto crítico en el autodescubrimiento de Eddie, como en la segunda parte donde hubo buenos dilemas que resolver con ex, pero en esta ocasión parece que el humor Marvel se apoderó del guion.
Por momentos, la cinta se hizo muy plana y los conflictos del general Taylor (Chiwetel Ejiofor) y la Doctora encargada del laboratorio (Juno Temple) con un evento traumático a sus espaldas, eran los únicos personajes diferentes a los dos principales que intentaban crear tensión.
Luego de que la cinta no encontrara un valor más emotivo para darle metraje, una familiar se introdujo, haciendo aún menos interesante la trama que es predecible, que solo adquiere ritmo, como ya dije, introduciendo más personajes.
Para mí, Venom: el último baile comete los mismos errores de otras franquicias de películas inspiradas por cómics, y es que no quiere arriesgar nada, ir a lo simple, a lo seguro, a lo que el público quiere ver, que en ocasiones ni lo muestra, dejando apenas puntos suspensivos en casi todas sus subtramas.
Esta es una película que tal vez los fans disfruten si son poco exigentes, pero ¿Es aceptable que por pertenecer a estos universos cinematográficos deba ser tan pobre?
Siento que la película desarrolla pocos elementos, aunque un conflicto humano frente a una forma de vida diferente a la convencional, siempre ha sido interesante en la historia del cine, dando como resultado que el extraterrestre tenga más humanidad que el mismo ser humano, pero aquí solo se acudió al impacto emotivo para intentar un impacto mayor.
Venom: el último baile suena muy bien en una sala IMAX, donde se pueden ver los efectos especiales, pero ¿esto es suficiente para una película más que solo se define como entretenimiento? Juzguen ustedes.
