Despolarizar el conflicto debería ser una de las bases de nuestra educación, tanto familiar como formal. Sin embargo, el analista invitado, Doctor en Paz y Desarrollo, Carlos Eduardo Martínez, en Sembrando Paz, evalúa cómo en la cultura colombiana actual hemos normalizado los dualismos entre el bueno y el malo, que no es un fenómeno que se presente únicamente al hablar del conflicto armado colombiano y sus diferentes actores, sino, que se presenta en la vida cotidiana.
“Es necesario empezar a llamarle diferente al opositor”, lo que ayudaría a crear una verdadera paz. Ante los ojos de cada parte, el “malo” es el opositor.
Despolarizar no significa amar tiernamente al otro, ni estar de acuerdo con sus acciones, mucho menos justificarlas. Significa entender que el otro es un ser humano sintiente, igual que todas las personas. Y que darle la posibilidad de expresar sus opiniones dará paso a un dialogo que, como por ejemplo en Sudáfrica, puede evitar los conflictos armados.