Sandra Obando relató que hace 25 años perdió a tres de sus hijos tras un proceso de adopción que califica como ilegal. Según su testimonio, fue obligada a firmar documentos en blanco en medio de una situación de extrema vulnerabilidad, luego de ser víctima de un atentado y no contar con apoyo familiar. Asegura que nunca fue informada de los destinos de sus hijos ni de las razones reales para separarlos de su núcleo familiar.
El reencuentro que aún no se concreta
Gracias a una prueba de ADN y a la visibilidad que logró en redes sociales, Sandra pudo confirmar que uno de sus hijos, Clement Duvan Felipe Upson, vive actualmente en Francia. Aunque madre e hijo mantienen contacto virtual desde hace ocho años, las dificultades económicas han impedido el esperado reencuentro físico. “Es mi bebé, no me importa que tenga 25 años, necesito abrazarlo”, expresó entre lágrimas durante la entrevista.
El arte como camino de sanación y resistencia
Tras años de dolor, Sandra encontró en el teatro una herramienta para sanar y transformar su historia. Se formó como actriz y creó el personaje de “La Ratona”, con el que ha visibilizado casos de adopciones irregulares y ha ayudado a otras madres a reencontrarse con sus hijos. Actualmente lidera en Girardot la fundación Arvison (Arte, Vida y Sonrisas), donde trabaja con niños y mujeres en procesos artísticos y de empoderamiento social.

Un llamado a la solidaridad y a la conciencia
Sandra hizo un llamado a la sociedad, a las instituciones y al sector privado para que la ayuden a hacer posible el reencuentro con su hijo, ya sea facilitando su viaje a Francia o el regreso de él a Colombia. También pidió reflexionar sobre el impacto psicológico y humano de las adopciones irregulares. “No somos mercancías, somos seres humanos con derecho a conocer nuestros orígenes”, concluyó.
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