Por: Diana Marcela Hernández Moreno
El pasado 19 de septiembre de 2025, el programa Métale la ficha a Suba abrió su segundo episodio con un viaje íntimo al territorio, guiado por la invitada del día: Tatiana Paola Gutiérrez Alarcón, profesora del programa, trabajadora social de formación y con estudios de posgrado en Comunicación y Educación. Ella también es Madre, docente desde 2011; primero conoció Suba desde la distancia puesto que vivía en Kennedy, luego en su día a día gracias al trabajo que ha venido realizando en la localidad.
La conversación, moderada por Santiago y una mesa de estudiantes, entre ellos Gabriela, Mari y Julián, giró en torno a un propósito que atraviesa el proyecto social: formar a los estudiantes en el servicio social a partir de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, pero, sobre todo, desde el reconocimiento de Suba como un territorio con identidad propia, lleno de contrastes como por ejemplo, pasar de estrato 6 a estrato 2 al cruzar una calle y de historias que sólo se comprenden escuchando a quienes las viven.
La docente compartió cómo su experiencia le ha enseñado a lo largo del tiempo que acercarse a la comunidad no es “entrar a investigar” sino dejarse guiar por la voz del otro, entender su historia, su arte, sus cabildos, sus ritmos, sin irrumpir lo que ya existe. “La solución no viene del investigador —comenta— sino de la misma gente, cuando se le da el espacio para construir”.
El corazón del episodio fue el relato de un proceso de investigación–acción donde estudiantes, líderes comunitarios y autoridades distritales caminaron y recorrieron juntos el cerro, recuperaron zonas invadidas por parqueaderos, abrieron diálogos y, poco a poco, levantaron algo que hoy es símbolo de apropiación territorial: la escuela popular “El cerro vive”. Un nombre que nace de la formulación directa de la comunidad.
Adicionalmente, ella explicó cómo, desde un marco metodológico claro, su trabajo como docente ha sido ayudar a relacionar el cómo, el qué y el para qué de cada proceso, respetando la diversidad de edades, miradas y saberes que se han vinculado al proyecto. El episodio cerró con una invitación especial a conocer las iniciativas del colectivo y sus redes sociales, como un puente para que más personas se sumen a este tejido vivo de Suba.
Este episodio sembró una huella de cercanía y conciencia con el territorio, la cual se pretende resaltar a lo largo del programa radial. Sin duda alguna, esto generó impacto en cada uno de los estudiantes que acompañaron el programa como entrevistadores dado que, fue un espacio enriquecedor e inspirador para continuar con la planeación y ejecución de los siguientes episodios.
Si deseas explorar más sobre la nueva escuela popular “El cerro vive” , aquí te dejamos su perfil de Instagram. https://www.instagram.com/p/DOMXjnPCZ_X/?utm_source=ig_web_copy_link








