Camilo Alberto Torres explicó que el libro titulado Reconocimiento del territorio urbano ofrece una visión detallada sobre la seguridad ciudadana en el territorio de Gran Yomasa, ubicado en la localidad de Usme en Bogotá.
Allí según su investigación busca medir el nivel de riesgo que perciben los habitantes del sector en relación con su entorno urbano, “Los libros son dos metodologías que nosotros proponemos para hacer un reconocimiento, una manera de medir la calidad de vida en los territorios, una desde el constructo de seguridad ciudadana y otra desde hábitat, territorio y variables de sostenibilidad”, afirmó Torres. El estudio, involucró a 55 personas vinculadas al Proyecto Institucional Yomasa de la Universidad Católica de Colombia, quienes participaron en la identificación de áreas de riesgo.
En su trabajo, los autores presentaron un mapa de ubicación espacial del uso del suelo en el barrio Gran Yomasa, clasificando el territorio en seis sectores según el nivel de riesgo evaluado en términos de seguridad. Torres destacó que el propósito es que las comunidades puedan gestionar y proponer, a partir de su conocimiento directo con el territorio, iniciativas que mejoren la calidad de vida y seguridad, “Lo que queremos es establecer un método de fácil transferencia para que las comunidades reconozcan su territorio desde diversos aspectos y así mismo puedan gestionar procesos, iniciativas y proyectos para mejorar la calidad de vida”, comentó el autor.
Por su parte, el libro titulado; Hábitat, territorio y sostenibilidad aborda la problemática de la expansión urbana en Bogotá, donde se han consolidado zonas informales que enfrentan desafíos como la contaminación, la falta de servicios y la inseguridad. A través de una metodología participativa, el libro presenta un análisis de la sostenibilidad en estos territorios informales, especialmente en Gran Yomasa. La investigación propuso 17 iniciativas para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y avanzar en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Durante el trabajo de campo, los autores compartieron una experiencia en la que fueron expuestos a un intento de robo en el territorio de Gran Yomasa debido a que en uno de sus trabajos de campo, no fue posible el acompañamiento de líderes comunitarios; sin embargo, este incidente no los desmotivó a continuar con su labor, “El trabajo comunitario siempre es enriquecedor y las comunidades son de las personas más agradecidas, están cuando la universidad es un facilitador de los procesos en los contextos de pobreza”, destacó Camilo Torres, quien indica que la clave del trabajo comunitario es el respeto mutuo y el compromiso con las dinámicas organizativas locales.
“Es un aprendizaje, porque ya uno sabe qué medidas tomar, saber que hay un respeto y organización dentro de la comunidad, saber que hay un trabajo directo con los líderes comunitarios y es importante respetar la organización de ellos para poder tener tranquilidad en los espacios”, concluyó Yelinca, resaltando la importancia de la colaboración estrecha con los líderes para asegurar la paz y seguridad en el territorio.
Con sus libros, Torres y Saldeño proponen un enfoque de participación comunitaria para la transformación de los territorios urbanos, especialmente en áreas informales, donde la sostenibilidad y la seguridad son fundamentales para mejorar la calidad de vida. A través de estas metodologías, los autores invitan a las comunidades a involucrarse activamente en la construcción de un futuro más seguro y sostenible.