El síndrome del jubilado es un fenómeno emocional poco hablado, pero muy común entre quienes están próximos ha dejar de lado su vida laboral. Se manifiesta con sentimientos de incertidumbre o tristeza al enfrentarse a una vida sin la estructura ni el ritmo que impone un trabajo tradicional. No se trata solo de dejar de madrugar, sino de aprender a vivir sin la necesidad de tener la presión laboral.
UNIMINUTO Radio tuvo la oportunidad de conversar y conocer la historia de Jacquelin Gutiérrez Barbosa, profesional en el área de la salud, licenciada en educación especial y próxima a pensionarse luego de 29 años de servicio. Su testimonio reflejó lo complejo de esta situación, pero también la posibilidad de cómo resignificar y aprovechar esta nueva etapa, “he tomado las cosas con mucha calma, sé que no es un proceso fácil, de igual manera creo que ya cumplí con un largo trayecto en mi vida”, expresó Jacquelin.
Por otro lado, Jacquelin recordó lo vivido como una serie de capítulos llenos de enseñanzas, “Es una página más en este libro… grandes experiencias, grandes enseñanzas que día a día fueron fortaleciéndome y que creo que di lo mejor, con responsabilidad y amabilidad, a todos aquellos que les di mi atención”.
Aunque el cambio le generaba cierta inquietud, también lo veía como un descanso merecido, “es un cambio que toca paulatinamente… ya el cambio de horario será un poco menos estresante, no estar corriendo”, indicó, al recordar sus jornadas que empezaban a las 3:30 de la mañana y la llevaban a asumir turnos desde las 6:00 a.m.
Lo que viene no será una pausa, sino una nueva oportunidad para aprender nuevas cosas y hacer lo que más le gusta, servir a las personas, “quiero hacer un voluntariado fuera de mi parte profesional en salud, también soy licenciada en educación especial, quiero trabajar con mis chicos especiales y quizás hacer un curso de lengua de señas”, comentó Gutiérrez; enfatizando en que la jubilación/pensión podía ser un momento para volver a conectar consigo misma, “Darme ese espacio fuera de este mundo tan bullicioso y darme esa posibilidad para mí misma”, añadió.
Pese a los planes, admitió que la adaptación no sería inmediata y mucho menos será algo fácil, “yo creo que eso es un proceso que poco a poco uno se adapta… no es fácil llegar y decir ‘rico, ya voy a descansar’, creo que no, y en el caso mío no es tan fácil porque estaba acostumbrada a madrugar, a cumplir con mis obligaciones”, indicó Jacquelin Gutiérrez.
Consciente de que muchos ven la pensión como un destino lejano, Jacquelin dejó un mensaje para las personas que no le prestan la debida importancia a este tema, “el tiempo va pasando, hay algunos que dirán ‘uy, me faltan 10 años’, pero al transcurrir del tiempo ya se dan cuenta que no les falta 10 sino 5, 2 o quizás meses o días, como me falta a mí”, comentó Gutiérrez.
Y cerró con un consejo claro, tanto para quienes están cerca del retiro como para los jóvenes, “que salgan con salud para que lo disfruten con su familia, seres queridos, y darse esa oportunidad de ser ellos mismos y a las nuevas generaciones que ahorren, porque no sabemos los cambios que puede tener este país”, concluyó Gutiérrez.
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