En diciembre, la derecha también movió fichas grandes. Paloma Valencia fue presentada como candidata presidencial del Centro Democrático y, pocos días después, confirmó su participación en una consulta interpartidista programada para el 8 de marzo de 2026, en busca de un candidato único del sector.
Ese movimiento se leyó como un intento de evitar dispersión de votos, pero también como reconocimiento de que el mapa político ya no se organiza solo entre “gobierno vs. oposición”, sino entre múltiples liderazgos compitiendo por el mismo electorado.
El contexto interno del Centro Democrático
El proceso estuvo acompañado por tensiones internas y decisiones disciplinarias dentro del partido en torno a su consulta.








