Por: Juan Esteban Solano Montero
A los que nos gusta el fútbol, no se nos olvidará el paseo que le metió el América de Lucas Gonzales a Atlético Nacional en aquel partido del 2023, con ese gol en el que el conjunto caleño hace más de 40 toques, que quedará impregnado en la memoria de los futboleros. En ese momento, la prensa, los aficionados y el mundo del fútbol caían rendidos al joven técnico colombiano, tanto que lo llamaron el Guardiola criollo, pero bastó con que tuviera un mal remate de liga y que su equipo quedara eliminado, para que las adulaciones y elogios se convirtieran en críticas y fuertes juicios en su contra.
Después de su paso por el América, decidió probarse en el fútbol argentino, lejos de la sucursal del cielo, donde dirigió a Central Córdoba, equipo recién ascendido, conformado por una plantilla de jugadores de segunda división. Se podrá cuestionar si la decisión de ir a dirigir un equipo en este contexto fue lo mejor para su carrera o no, pero aun así implantó su cultura y el característico sello de sus equipos: ir para adelante y jugar bien al fútbol. A pesar de que los resultados no acompañaron el proceso deportivo y que posteriormente fue despedido del conjunto argentino, Lucas Gonzáles dejó su huella e implantó las bases que serían cruciales para que luego el equipo ferroviario se consagrara campeón de la Copa Argentina.

Tras esta etapa, decir el nombre de Lucas Gonzáles era sinónimo de fracaso y de un técnico vende humo, como lo catalogaban los expertos y conocedores del fútbol. Hasta que llegó el Tolima y le dio una nueva oportunidad. En el equipo pijao, con esfuerzo y trabajo duro, ha limpiado su nombre y quitado cada una de las ideas erróneas que tenían sobre él.
A Lucas se le ha criticado que sus equipos no saben defender, que se caen en los momentos importantes, y que solamente es técnico de partidos intrascendentes. Pues bien, su Tolima es el onceno con menos goles en su contra durante el torneo, ya está clasificado a la Copa Libertadores del próximo año, consiguió el punto invisible en el todos contra todos y disputará la gran final de la Liga Betplay.
Ha sido un camino lleno de enseñanzas y momentos duros por el que ha transitado el joven técnico colombiano de 45 años, y pase lo que pase con el Deportes Tolima en este semestre, Lucas Gonzáles se ganó la admiración y el respeto del mundo del fútbol. Es un técnico gigantesco; ojalá pueda darle al Tolima la tan ansiada y esquiva cuarta estrella.








