“Llegó la hora de que Nicolás Maduro se vaya, solo le ha causado miseria al pueblo venezolano, y esperamos que el apoyo ruso a Maduro cese”, declaró Pompeo en rueda de prensa conjunta con Lavrov, tras una reunión en Sochi.
El jefe de la diplomacia rusa indicó que Moscú comprende que en ambas partes se han acumulado “sospechas y suspicacia”, pero recalcó que Rusia y Estados Unidos nada ganan con ello. “Por el contrario, el encarnizamiento mutuo aumenta los riesgos para nuestra y vuestra seguridad, y provoca alarma en toda la comunidad mundial”, dijo Lavrov a Pompeo.
Según el ministro ruso, una de las condiciones para estabilizar las relaciones bilaterales es el “restablecimiento de un diálogo basado en la confianza en distintos niveles, desde el más alto hasta el de trabajo”. “Intentémoslo, veamos qué sale”, invitó Lavrov al secretario de Estado.
A su vez, Pompeo expresó su satisfacción por celebrar su segunda reunión en tan corto tiempo con su homólogo ruso y añadió que próximamente tendrá la oportunidad de volver a conversar con él a finales de junio próximo con motivo de la cumbre del G20 en la ciudad japonesa de Osaka.
“Cada uno de nuestros países naturalmente defiende sus propios intereses. No siempre y no en todos los asuntos estamos en lados opuestos”, aseveró.
Pompeo destacó que “hay una gran cantidad de temas” en los que los intereses de ambos países coinciden, por lo que hay que hacer todo por “mejorar y fortalecer los puntos y aspectos en los que las relaciones pueden ser mejoradas”.
A pesar de los repetidos llamamientos de Washington para que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, cediera el poder, Pompeo golpeó a Rusia, Irán, China y Cuba por supuestamente “interferir” en los asuntos del país latinoamericano.
“Maduro ha traído nada más que miseria al pueblo venezolano”, declaró Pompeo. “Esperamos que el apoyo ruso a Maduro termine”.
Lavrov mantuvo la posición de Moscú sobre Venezuela, que se niega a reconocer al líder opositor Juan Guaido como “presidente interino”, diciendo que el diálogo entre Maduro y la oposición es la única forma de garantizar la estabilidad.