El representante especial del Secretario General en Colombia consideró como “lamentable” que, transcurridos más de seis años desde la firma del Acuerdo de Paz, continúe “la violencia generada por grupos armados ilegales contra las comunidades, líderes sociales y antiguos miembros de las FARC-EP”.
“Es de especial preocupación la continuidad de la violencia ejercida contra líderes y comunidades indígenas, como los Awá, y afrocolombianas, como el Consejo Comunitario de Alto Mira y Frontera, ambos en el departamento Nariño, donde la implementación de disposiciones étnicas del Acuerdo Final es un imperativo”, declaró Carlos Ruíz Massieu ante el Consejo de Seguridad.
Massieu indicó que mientras el Gobierno evoluciona para reducir la violencia en el marco de su plan de “paz total” y pone en marcha “un nuevo enfoque de seguridad humana”, se evidencia la necesidad de una “implementación coordinada de las disposiciones del Acuerdo sobre garantías de seguridad”.
“Confío en que los pasos dados recientemente por la Comisión Nacional de Garantías de Seguridad permitan avanzar hacia ese objetivo”, deseó el representante especial que, al inicio de su intervención, expresó “su condena absoluta al intento de atentado contra la vicepresidenta (Francia Márquez, presente en la reunión) reportado el día de ayer”.
La paz y la justicia deben ir de la mano
Con relación a los progresos del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición, el conjunto de mecanismos para garantizar los derechos de las víctimas en el Acuerdo, destacó que las primeras resoluciones emitidas por la Jurisdicción Especial para la Paz conforman “un paso decisivo hacia las primeras sanciones, que podrían ser emitidas este año”.
“Como lo señaló el Secretario General, las recomendaciones incluidas en estas resoluciones, construidas en un proceso dialógico en el que participaron víctimas y comparecientes, ilustran de manera clara que la paz y la justicia pueden y deben reforzarse mutuamente”, recordó.
Fuente: ONU