Por: Sofia Rubiano Florez
¿Qué tan fácil es hablar con uno de los jóvenes muertos que recientemente se encontró en Dabeiba Antioquia, o con una de las víctimas de violencia sexual de 2019?, cuando el interés de muchos en redes sociales está con las polémicas más inútiles que ocurren al ser humano.
Según el índice Affordability Drivers Index de 2017, Colombia es el país en desarrollo que más ha avanzado en darle un Internet accesible a la población. ¿Y para cuándo el agua potable y el alcantarillado en las diferentes regiones del país?
Definitivamente la maravillosa máquina llamada cerebro es desperdiciada tras ver treinta minutos de un video explicativo sobre el agarrón entre Manuela Gómez y Yina Calderón en un bar de Medellín, que “conmueve” más que los asesinatos de líderes sociales.
No digo que todo en internet es malo, nos han dejado grandes avances en cuanto a relaciones sociales, comunicación, oportunidades laborales, publicidad, denuncia social y contactos que se quiere tener, pero para nadie es un secreto que es la manera más fácil de desperdiciar neuronas y perder nuestro valioso tiempo.
¿Cómo es la vida de un joven colombiano en Wuhan, cuna del Coronavirus?
Curiosamente la mayoría de los colombianos añoramos irnos del país y los que ya se fueron no quieren volver, como dijo el caleño Julián Vélez que prefirió quedarse en Wuhan (China): “No quiero contagiarme y considero que si el virus llega a Colombia sería un problema muchísimo más grave de lo que es ahora aquí en China. Acá me siento muchísimo más seguro. Acá, si llego a contagiarme, ellos cubrirían todos los gastos, la universidad me apoyaría en todo momento y los diagnósticos están muchísimo más avanzados, los tratamientos son mucho más efectivos”. algo que claramente en esta nación no pasaría.
Nuestro territorio tiene riquezas naturales, comida deliciosa, gente maravillosa, las tierras son hermosas, una gran ubicación geográfica: tiene todo para ser un país del primer mundo. Pero nosotros explotamos a nuestros campesinos, violamos los derechos humanos, no valoramos el trabajo y bendito sea Dios que nos da la sabiduría en cada elección para escoger a los mejores gobernantes, con algunos de ellos dispuestos a robarnos todo lo bueno del país. Pero con todo y eso somos uno de los países más felices del mundo.
Dicen que la ignorancia hace la felicidad, simplemente digo que por inercia vemos la hora en nuestro celular cada cinco minutos y no tenemos tiempo ni para leer el párrafo de un libro.
Muchas veces nos indignamos por actos que realmente son insignificantes, cuando deberíamos molestarnos, de verdad, por la situación en la que este país se encuentra, descubrir el potencial cesante que hay en la población colombiana, y usando estas herramientas para un beneficio colectivo.