La contundente victoria de Volodymyr Zelenskiy, de 41 años, es un duro golpe para el hasta ahora presidente Petro Poroshenko, que trató de unir a los ucranianos alrededor de la bandera presentándose como baluarte contra la agresión rusa campeón de la identidad ucraniana.
Con el 95 por ciento de los votos escrutados, Zelenskiy había ganado el 73 por ciento de los sufragios y Poroshenko había obtenido poco menos del 25 por ciento, dijo la comisión electoral central. En términos exactos: Zelenski sumó el 73,09 por ciento de los votos, con una participación del 62,07 por ciento.
Zelenskiy, cuya victoria repite el conocido patrón en Europa y otros países de figura ajena al mundo político que derrota a los partidos tradicionales, ha prometido terminar con la guerra en la región oriental de Donbass y erradicar la corrupción, en un contexto de consternación generalizada por el aumento de los precios y el descenso del nivel de vida.
Sin embargo, el actor no ha concretado mucho sobre cómo planea lograr estos objetivos y los inversores quieren garantías de que acelerará las reformas necesarias para atraer inversiones extranjeras y mantener al país en un programa del Fondo Monetario Internacional.
Estados Unidos, la Unión Europea y Rusia observarán atentamente los pronunciamientos de política exterior de Zelenskiy para comprobar si trata de terminar la guerra contra los separatistas prorrusos, en la que han muerto unas 13.000 personas.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, telefoneó a Zelenskiy y se comprometió a apoyar la integridad territorial de Ucrania, mientras que el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, felicitó al pueblo ucraniano por la, en su opinión, demostración de madurez democrática.
Zelenskiy dijo el domingo que planeaba continuar el diálogo con Rusia, auspiciado por Europa, en torno a un acuerdo de paz que en gran medida no se ha implementado, y que intentaría liberar a los ucranianos encarcelados en Rusia, entre los que se encuentran 24 marineros ucranianos.