En una era donde casi todo puede ser automatizado por medio de las diversas tecnologías existentes y otras que se están desarrollando, la pregunta por el papel que tiene de la Educación Superior en las futuras generaciones cobra más fuerza.
Durante su participación en el evento UnConvention Rehuman, organizado por UNIMINUTO, Xavi Pascual, CEO de BeChallenge, habló no solo de innovación, también de transformación profunda, de repensar el rol de las universidades, del profesorado y del alumnado en un contexto marcado por la era tecnológica.
Pascual planteó uno de los desafíos más urgentes de la actualidad, “¿Qué sucede cuando prácticamente la totalidad de tus tareas pueden ser realizadas por una herramienta basada en inteligencia artificial?”. La pregunta no solo cuestiona los contenidos y metodologías, sino el propio propósito de enseñar y aprender, apuntando a la reconfiguración de los sistemas educativos.
El problema no radica en la existencia de estas herramientas, sino en cómo se les enfrenta y se emplean las mismas desde las instituciones educativas, “esto nos pone en un riesgo como sociedad”, advirtió, señalando que el debate debe ir más allá del entusiasmo por la innovación. Se trata de “transformar tanto al profesorado como a los alumnos e instituciones educativas”, menciono Xavi Pascual.
Del contrato social al contrato con uno mismo
El modelo tradicional de Educación Superior prometía estabilidad, estudiar durante cuatro o cinco años garantizaba “en teoría” una vida laboral segura. Pero esa promesa no es tan clara hoy en día, “Antes se tenia un contrato social que se basaba en estudiar cuatro años y a partir de allí probablemente tendrás un empleo, ¿hoy en dia eso es una realidad? No hay una claridad sobre esto”, indicó Pascual.
Las universidades tienen ahora la responsabilidad de acompañar a sus estudiantes en su desarrollo integral y profesional, más allá del simple otorgamiento de títulos. Por su parte, Pascual aseguró que las universidades juegan un papel fundamental en el funcionamiento global, “si se perdieran las universidades, perderíamos el mundo”, advirtió Pascual. Adicionalmente, resaltó que estos espacios no son solo fábricas de profesionales, sino centros de transformación social. Y, en ese orden de ideas, elogió el trabajo del Minuto de Dios como gestor de transformación social, “UNIMINUTO es un lugar que impacta en el territorio”, señaló Pascual.
El discurso esperanzador sobre la tecnología como herramienta para cerrar brechas ha comenzado a ser puesto en duda,“se pensaba que la tecnología reduciría las brechas. Yo creo que las brechas se están ampliando enormemente”, mencionó el CEO de BeChallenge. La advertencia apunta a que no basta con adoptar herramientas digitales si estas no vienen acompañadas de una comprensión crítica y un enfoque ético.
Pascual concluyó su intervención con una invitación a repensar la educación desde su núcleo, no como un medio para producir empleados, sino como un proceso para formar personas capaces de transformar su entorno. En tiempos de inteligencia artificial, la educación con alma es más urgente que nunca.