Por: María Camila Rodríguez
En Jamundí, Valle del Cauca, el gobernador indígena Cristian Toconas, fue víctima de un atentado en el que incineraron el auto de seguridad en el que se transportaba. El hecho se presentó el pasado 22 de julio y luego de ello Toconas tuvo que retirarse de su cargo de forma temporal.
Además, el gobernante indica que ya en otras ocasiones ha sufrido amenazas por parte de grupos armados como el EPL (Ejército de Liberación Popular), las disidencias de las FARC y Las Águilas Negras, quienes le exigen que se marche del territorio.
“Este miércoles estábamos en consejo de seguridad por cuatro homicidios en los últimos cuatro días y se debió suspender porque en ese momento se estaba presentando otro homicidio. Hay mucho problema en Jamundí”, indicó Jorge Iván Mejía, personero de Jamundí.
A la par, en el Cauca, Yanet Mosquera, quien se desempeña como dirigente sindical, fue atacada el pasado 28 de julio, cuando se encontraba descansando en casa de su hija y fue violentada con explosivos. Sin embargo, este no es el primer ataque que la mujer recibe, pues afirma que en varias ocasiones ha sido víctima de hostigamientos, en los que le decían que si no se marchaba del territorio sería asesinada.
“Le prohibimos que vuelva al Patía a dañarnos el negocio, si vuelve la declaramos objetivo militar. Si quiere vivir, no siga con esas capacitaciones”, se menciona en el comunicado, presuntamente firmado por disidencias de las FARC.
Las capacitaciones a las que se alude en el comunicado hacen referencia a unas que se estaban brindando por parte de la dirigente respecto al reclutamiento de menores de edad en las veredas de Ángulo, Mulaló, El Puro y El Juncal. Y fue allí, en ésta última, en donde se presentó al atentado con artefacto explosivos de los que afortunadamente Mosquera salió ilesa.
“Tengo miedo. No permitan que me maten solo por un capricho de no querer darme unas medidas de protección con unas buenas garantías. No quiero convertirme en mártir. Por favor, mis comunidades me necesitan y yo no voy a dejar de hacer mi trabajoy seguir protegiendo nuestro territorio”, es el llamado de la lideresa.
Según el medio Verdad Abierta, en los últimos cuatro años, fueron asesinadas entre 102 y 164 personas sólo en el Cauca, quienes, en su mayoría, trabajaban para defender los derechos ciudadanos, lideraban procesos de progreso social, defensa de los recursos naturales y diversidad cultural o simplemente exigían el cumplimiento de la ley.
“Nos están asesinando por la resistencia que hacemos y por defender nuestros territorios”, afirma Francia Márquez, lideresa afro que integra el Proceso de Comunidades Negras (PCN) y la Asociación de Consejos Comunitarios del Norte de Cauca (Aconc).
La violencia en contra de los líderes sociales en Colombia parece no disminuir, y por el contrario, con el paso de los días, las noticias de horror en las que se informa de estos casos son cada vez más comunes, se han convertido en pan de todos los días. Sin embargo, éstas violencias no sólo atentan contra la vida de una persona y sus allegados, sino que generan daños profundos en el tejido social de las comunidades, pues acaban con sueños, generan intimidación y pasan por encima de los derechos de las personas, las cuales se encuentran hastiadas de tanto horror, de los hostigamientos y la violencia.
Nuestra patria dice no más.