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Boja-acá, un homenaje a Bojayá

La también docente y psicóloga señala que la obra rinde homenaje no al horror sino a la tradición y a las costumbres del pueblo chocoano, porque lo que hay que tejer desde los artístico es la belleza que se esconde detrás de los escenarios de la guerra.

Por Hans Vargas Pardo

Centrándonos en la obra, ¿qué es Boja-acá? ¿Quiénes hacen parte de esta producción y cómo son sus roles?

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Boja-acá es una obra de danza experimental y un relato danzado de memoria histórica, como diría Jesús Abad Colorado un laboratorio de paz, que invita a la reflexión y la esperanza de devolverle los símbolos a la comunidad y se llama así y no Bojayá, porque de esta manera están “acá” con nosotros en nuestro corazón.

Para responder esta pregunta tengo que hablar de LA HEREDAD, la cual es una empresa artística que constituí ya hace 3 años y es un centro de artes integradas que trabaja generando proyectos que vinculen la participación de varios artistas que trabajan de manera freelance y también diferentes empresas o instituciones que siempre estén conectadas con proyectos sociales comunitarios y por supuesto artísticos con el objetivo de visibilizar el arte profesional y su función social. Este centro es itinerante, siempre viaja por diferentes espacios, construye desde varios vértices artísticos y socio culturales; en el caso de Boja-acá los bailarines (7) son de las compañías profesionales de Incolballet, el fotógrafo, Álvaro José Cristancho, luminotécnico Mauricio Ordoñez, diseñadora de publicidad Carmen Matituy, el vestuarista Aldemar Garzón, director audiovisual Juan Hoyos,  en el caso de las instituciones se hizo alianza con Incolballet, la fundación Ballet capital, la Universidad San Buenaventura  Cali.

¿Qué representa para el público traer a la memoria hechos tan trágicos como los ocurridos en Bojayá, Chocó?

Siempre defenderé a Boja-acá como una obra que rinde homenaje no al horror sino a la tradición  y a las costumbres del pueblo atrateño, Bojayá; porque lo que hay que tejer desde los artístico es la belleza que se esconde detrás de los escombros, eso se hace a partir de la reconstrucción del material simbólico que hay en los que haceres de sus gentes y de sus creencias,  que también fueron masacradas con ese cilindro bomba que explotó en la iglesia en que se resguardaban los niños, Bojayá como comunidad fluvial depende de su rio, el Atrato, que adquirió su nombre por la trata de esclavos y comercio ilegal, también demandaría una dignificación, por eso mi escogencia de la música y  por eso la historia se cuenta a través del viaje en ese rio, sus amores, a lo que se dedicaban, cuentan de su infancia, narran la fuerza de su mestizaje, el poder de la unidad en medio de la perdida, y como perdonar a quienes desmembraron a un cristo en ese estado de inconsciencia.

¿Qué diferencia a ´Boja-acá´ de otras obras danzarías que también recrean el tema de la violencia? 

Boja- acá es una obra que busca nuevas preguntas relacionadas con el mundo simbólico de nuestras gentes y está buscando apoyar a la actual amenaza de un símbolo por el que se ha luchado mucho, La paz. Si se extermina esa palabra porque solo era por un periodo, ¿qué acontecerá en nosotros como sujetos de los simbólico, en que creeremos? ¿En la guerra?, en el no perdón? La paz nos confronta con nosotros mismos y eso no nos gusta, porque nos compromete a esfuerzos, a aceptaciones, a empezar de cero a replantear la vida y a hacerle reingeniería a nuestra propia conducta, a hacer ejercicios para sanar dolores y a renunciar un materialismo al que estamos adictos. Boja-acá es una obra de danza que habla desde la belleza sus historias en cuentos de bogas, pero recuerda que antes de la masacre Bojayá ya había sido olvidada, como aun lo está, eso también es violencia, solo que más silente. Es una obra para que no haya más olvido.

¿Será que la mejor manera de entender la violencia y la paz está en manos de la danza?  

No sé si es la mejor manera, pero sí sé que aún para los que no tienen acceso a los libros de memoria histórica, porque no saben leer o porque no pueden llegar a ellos es una buena estrategia para sensibilizar a muchos y salir del sí mismo y mirar a los otros.

¿Usted, como docente, cómo considera que se debería preparar a los jóvenes para asumir su rol en medio de una sociedad violenta?

Definitivamente cambiar la pedagogía de los correctivos, la manipulación y el fenómeno de la competencia, las temáticas dentro del aula deben generar más hacia la resolución de conflictos y la convivencia y el trabajo en equipo y de parte del Ministerio de Educación más apoyo al docente para capacitarlos en esos aspectos y para el trabajo entre ellos mismos para que sea sano. Mi esperanza está que en Colombia tome en serio la educación artística y para el arte y no solo a través de ella, porque eso es utilitarismo. El arte es magno tan magno que ama, es compasivo, es sensible, espiritual, es bondadoso y entiende de misericordia y busca elevar al ser humano a su mayor altura, es un regalo de Dios, para ser tratado como asignatura de relleno.

Pasando a otro tema ¿Qué continúa en su haber artístico? ¿prepara otra obra?

Bueno tengo una obra en que estoy preparando, con el mismo tema de costumbres y tradiciones de nuestros pueblos, pero está inspirada en un pintor colombiano, no digo más porque es una sorpresa, pero la idea es que sea una obra realizada por niños.

Preguntas rápidas: ¿Cuál es su arma?

La gracia de Dios.

¿A qué le apuntaría? ¿su mira está enfocada en…?

Le apunto la gestión cultural y enfocada siembre en la creación de vida, siempre será mi norte.

| Nota del editor *

Si usted tiene algo para decir sobre esta publicación, escriba un correo a: radio@uniminuto.edu

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