En 2017, la ONG belga Corvia había expuesto la propuesta, siendo rechazada por Pierre Muylle, el alcalde del distrito en ese entonces. Ahora, luego de tres años de litigio, la ONG recibió la autorización para implementar un sistema que permita a los padres que quieran separarse de sus hijos el hacerlo de forma anónima, en el distrito bruselense de Evere.
Mathilde Pelsers, portavoz de la mencionada ONG, se manifestó exponiendo “nos felicitamos, porque cada niño debería tener derecho a un futuro”. Así, Mónica Kelsey, fundadora de este proyecto, lo propuso como una alternativa a los refugios que exigen la identificación de las madres que dejan a sus hijos en ellos, “las personas que toman esa dura decisión suelen ser muy jóvenes y no quieren que nadie se entere de lo sucedido. Frente a los sentimientos de vergüenza y de culpa que esto les genera, muchas eligen abandonar a sus bebés en las puertas de hospitales, comisarías o estaciones de bomberos”.
Acorde con lo anterior, la iniciativa Safe Haven Baby Boxes (SHBB) se presenta como una posibilidad de dejar a los hijos con seguridad, los buzones de SHBB cuentan con una alarma silenciosa que da aviso a emergencias luego de 30 segundos, a diferencia de los casos en los que los recién nacidos pueden permanecer a la intemperie durante largos períodos de tiempo y morir por frío y/o desnutrición.
Esta idea también se ha desarrollado en Amberes, Bélgica y en los estados de Indiana, Ohio y Arizona, Estados Unidos.