Por: Erika Valentina Ángel Barrera

Cathy Juvinao es una destacada periodista y activista colombiana que ha trabajado en diferentes medios de comunicación como Revista Semana, Caracol Radio, entre otros. Actualmente es jefe de comunicaciones de la Gobernación del Magdalena y es conocida nacionalmente por ser la creadora y líder del proyecto “Trabajen Vagos”.
Valentina Ángel (VA). ¿Qué la llevó a tomar la decisión de crear el proyecto “Trabajen Vagos?”
Cathy Juvinao (KJ). Esta idea surgió hace varios años. Desde que terminé mi carrera como comunicadora social y periodista en 2005 me di cuenta que quería enfocar mi trabajo como periodista hacia la parte política, por eso tomé la decisión de hacer un magister en estudios políticos, luego de esto era muy normal para mí encontrarme con artículos en los medios que hablaban de lo conchudos que eran algunos congresistas, así que en mi mente imaginé cómo sería crear un proyecto en el que se expusiera a los congresistas con más ausentismo parlamentario y faltas a las sesiones plenarias y hacerlos famosos ante el país.
Luego con consultas y ayuda de varios colegas empezamos a investigar, fueron cerca de 500 gacetas del congreso, 35.000 páginas que revisamos, 5.000 horas de trabajo durante 6 meses y en este momento tenemos un grupo de los primeros 30 vagos.
VA. ¿Cómo va el tema de las demandas a los congresistas más vagos?
KJ. Las demandas contra los primeros 5 congresistas a los que demandamos el año pasado por inasistencias están haciendo curso en el Concejo de Estado. Eso está bastante lento, nosotros en el marco del respeto por esta alta corte hemos encontrado en el aprendizaje algunos puntos que no nos han permitido avanzar mucho, por ejemplo, que la figura de la pérdida de investidura reglamentada en la ley 1881 de 2018 es muy desbalanceada para el ciudadano.
Nosotros hemos venido presentando varios recursos para que se nos permita controvertir pruebas, para que se nos permita aplicarle unas pruebas técnicas a los documentos que ellos han allegado al Concejo de Estado y todas estas solicitudes han sido negadas. A principio de este año fuimos preparando otros recursos para avanzar y destrabar un poco esos procesos; de igual manera en este momento las solicitudes siguen en curso aunque por la cuarentena nacional va a ser mucho más lento este proceso, pero lo importante es que vamos hasta el final con este proyecto, vamos hasta donde tengamos que llegar porque estamos absolutamente convencidos de que tenemos cómo probar las inasistencias de los congresistas en el periodo 2014-2018 que fue la investigación que realizamos.
VA. ¿Tiene algún otro proyecto en mente en este momento o para cuando esté finalizando el de Trabajen Vagos?
KJ. Dentro del margen de los proyectos que fijé este año el que sigue teniendo la mayor prioridad es el de Trabajen Vagos: de todas maneras no es el único, hay otros que tengo en mente con mi equipo de trabajo, la idea para este año es revelar otras 3 nuevas investigaciones que serán sobre otras aristas del desempeño congresional, esperamos poner ante los ojos de la opinión pública otro tipo de problemas que se presentan en el congreso, esperando con esto presionar a los congresistas para que cumplan con lo que tienen que cumplir, con sus deberes congresionales constitucionales y fundamentales. Nosotros partimos de la tesis de que la transformación de Colombia pasa necesariamente por la transformación del congreso y en esa medida hacemos las investigaciones.
Otro proyecto que empezamos a inicios de este año fue el de una cápsula digital audiovisual mensual para redes sociales, de manera que podamos contarles a los usuarios mes a mes qué viene pasando en el Congreso de la República frente al congreso actual porque las investigaciones que estamos haciendo son todavía sobre el congreso pasado y con la cápsula mensual a lo que le queremos apuntar es a hacerle veeduría al congreso de hoy, de manera que mensualmente podamos contarles las inasistencias, los proyectos, los debates, qué pasa en las comisiones y demás.
VA. ¿Qué piensa acerca del periodismo que se hace en nuestro país?
KJ. Yo pienso que en Colombia no existe el periodismo real, esta es una carrera que se basa en opiniones, en investigaciones y si los periodistas no podemos opinar abiertamente sin temor a ser amenazados no estamos haciendo periodismo, no le estamos haciendo honor a nuestra carrera y a nuestros estudios. Y esto es lo que pasa aquí en Colombia, ¿cuántos buenos periodistas han tenido que ser exiliados porque fueron amenazados de muerte por sus opiniones? ¿cuántos periodistas no han asesinado a lo largo de la historia de Colombia por “hablar de más”? Es un tema complejo, pero del cual aún tengo la esperanza que cambie algún día, por eso como periodista he tomado la iniciativa de hacer investigaciones con cierto nivel de peligro, riesgo que de todas maneras es necesario para que el periodismo aquí no siga siendo el mismo.
VA. ¿Cómo tiene ese valor y ese carácter para no dejarse intimidar por políticos y abogados que van en contra de sus opiniones?
KJ. Desde chiquita he tenido mucho carácter para decir y afrontar las cosas, nunca, que recuerde, me ha temblado la voz para expresar mis opiniones, de hecho, pienso que ese fue uno de los puntos importantes que me llevó a estudiar comunicación social y periodismo. Pero más allá de haber nacido sin ese temor e irlo fortaleciendo a lo largo de mi vida, pienso que no hay razones por las cuales tengamos que quedarnos callados, nosotros como ciudadanos tenemos que cumplir unos deberes, pero también tenemos que hacer valer nuestros derechos, en este caso la libertad de expresión; ya hablando más periodísticamente, la libertad de prensa es un derecho fundamental que tenemos nosotros los periodistas y la ley nos tiene que proteger a toda costa, sin limitaciones para que podamos desarrollar proyectos e investigaciones sin ser hostigados ni callados.