Por: Inés María Atencia Macea
La revisión de cada informe de la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) desde el 2010 al 2019 deja al descubierto el triste panorama de los periodistas en Colombia. La censura en medios de comunicación tradicionales, cifras de impunidad en los casos de asesinatos y vulneración de los DDHH en el ejercicio de la profesión, son alarmantes y dan cuenta de lo peligroso que es realizar periodismo contracorriente en un país sin garantías y permeado por los intereses políticos de turno.
El ejercicio periodístico en medios tradicionales permanece en incertidumbre, pero la migración a medios digitales de algunos periodistas mantiene la esperanza en la investigación de rigor y la búsqueda de la verdad, una verdad que permita correr el velo que polariza a la sociedad y combata la manipulación que ejercen los medios de comunicación de masas.
Dentro de lo corrido del año 2020 se han visto casos de censura, principalmente a periodistas de región y asesinatos a líderes sociales, puesto que muchos de ellos son pioneros de la comunicación para sus comunidades que trabajan en proyectos en contra de la minería ilegal, narcotráfico y violencia.
Conozca el reporte del seguimiento ilegal a periodistas en los últimos 10 años:
