Por: Danniela Rodríguez
Las conversaciones están programadas en Suiza entre el 9 y el 12 de mayo, con la participación del secretario del Tesoro de EE.UU. Scott Bessent, el representante de Comercio Jamieson Greer y el viceprimer ministro chino He Lifeng.
Desde principios de 2025, la administración del presidente Donald Trump ha implementado aranceles del 145% sobre productos chinos, a lo que China respondió con aranceles del 125% sobre bienes estadounidenses. Estas medidas han paralizado prácticamente el comercio entre ambas naciones, generando incertidumbre en los mercados y afectando a empresas de diversos sectores.
La Organización Mundial del Comercio (OMC) ha proyectado una disminución del 34% en el comercio bilateral entre EE. UU. y China para 2029 si las tensiones persisten. Además, el Fondo Monetario Internacional (FMI) advierte que la fragmentación del comercio y la inversión global, resultado de estas tensiones, podría costar hasta el 7% del PIB mundial a largo plazo.
Las próximas conversaciones en Suiza no tienen como objetivo inmediato alcanzar un acuerdo comercial integral, sino establecer un marco para reducir las tensiones actuales. El secretario Bessent ha enfatizado que el propósito principal es aliviar las fricciones y sentar las bases para un diálogo estructurado.

China, por su parte, ha expresado su disposición a participar en las negociaciones, aunque ha criticado las medidas unilaterales de EE.UU. y ha reiterado que no cederá en sus principios fundamentales. El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Lin Jian, afirmó que el país está preparado para enfrentar cualquier conflicto, incluida una guerra comercial.
La incertidumbre generada por la guerra comercial ha tenido efectos significativos en los mercados financieros, los principales índices bursátiles de EE.UU. registraron caídas tras declaraciones contradictorias sobre el estado de las negociaciones. El Dow Jones cayó 389 puntos (1%), el S&P 500 descendió un 0.8% y el Nasdaq bajó un 0.9%.
Empresas como Ford y Mattel han suspendido sus estimaciones de ganancias debido a la incertidumbre comercial. Ford anticipa un costo de $1.5 mil millones por los aranceles, mientras que Mattel espera un impacto de $270 millones.
Si bien la reanudación de las conversaciones representa un paso positivo hacia la resolución de las tensiones comerciales, persisten desafíos significativos. Las diferencias fundamentales en las políticas económicas y comerciales de ambos países, junto con la desconfianza mutua, podrían dificultar la consecución de acuerdos sustanciales.
Además, la postura firme de ambas naciones sugiere que cualquier avance requerirá concesiones difíciles y un compromiso genuino para abordar las preocupaciones subyacentes. La comunidad internacional observa con atención, consciente de que el resultado de estas negociaciones tendrá implicaciones de gran alcance para la economía global.