Por: Giancarlo Monroy – Andrés Berrocal
A pocas semanas de la contienda electoral que definirá al nuevo Presidente de la República, la intención de voto ha sido fundamental para entender la preferencia de la sociedad colombiana sobre las ideas, recomendadas por los candidatos, que apuntan a resolver complicaciones políticas, sociales y económicas que presenta o podría presentar el país a largo plazo. Durante los debates y entrevistas dirigidas a abordar el tema de las pensiones y el aumento de la longevidad, el candidato por el Pacto Histórico, Gustavo Petro, ha sugerido implementar un “régimen de pilares” para solventar el sistema pensional.
Para entender el punto del congresista, es necesario recapitular en la existencia de los dos regímenes principales con los que funciona el sistema pensional, el Régimen de Prima Media (RPM) y el Régimen de Ahorro Individual con Solidaridad (RAIS). Si bien es verdad que el RPM, administrado por Colpensiones, es aquel que solventa las mesadas de los actuales pensionados con los aportes recolectados de los trabajadores, este carece de un método de ahorro y su propia inviabilidad ha puesto al Estado a redirigir dineros públicos para dar el abasto.
La inviabilidad de la misma se centra en la popularidad del RAIS y de los fondos privados que brindan una sensación de ahorro sobre el futuro, ya que disminuyen los aportes (4% trabajador y 12% el empleador) que deberían sostener a los pensionados del RPM y lo guardan para la vejez del cotizante.
Todo esto podría solucionarse “transformando el sistema de pensiones que hoy tiene 2 regímenes compitiendo (RAIS vs RPM) a un sistema con un solo régimen para todo el mundo. La manera en que se estructura ese nuevo régimen es el modelo de ‘pilares’”, como lo explicó Kevin Hartmann, abogado y analista, en medio de una entrevista publicada en su cuenta de Twitter.
La iniciativa de Petro, como lo explica también el experto, pone a funcionar ambos regímenes de manera mixta; todo aquel que devenga de 1 a 4 salarios mínimos legales vigentes deberá aportarlos al pilar principal que sostendrá las actuales pensiones, dejando libres 14 billones del presupuesto público que anualmente son inyectados para cubrir el déficit del RPM, con la posibilidad de invertirlos en la vejez de aquellos que no lograron las semanas necesarias para hacerse con una pensión.
Lo cual significa una transición de hasta 20 millones de cotizantes de fondos privados a Colpensiones, “En lugar de tener fondos privados de pensiones con cotizaciones para ahorro individual administradas al 30% , usted manda esa plata a Colpensiones y se paga inmediatamente las actuales pensiones”, además, “Con este uso racional de las cotizaciones, no solo se pagará la pensión futura de los actuales cotizantes, garantizando su derecho a la pensión, sino las pensiones actuales sin quitar derechos adquiridos”, como lo mencionó el candidato Gustavo Petro.
No obstante, los miedos fundamentados por la lejana posibilidad del apropiamiento del gobierno sobre estos dineros que entran al fondo público, es decir, el uso sin ningún consentimiento o conocimiento del dinero del cotizante para gastos públicos, han dado pie a distintas opiniones de trabajadores de mediana edad que aspiran a una mesada, de personas longevas que ya cuentan con este ‘privilegio’ y del actual Presidente de la República.
Como afirmó el presidente Duque, “cualquier precedente, cualquier situación que busque expropiar los recursos del ahorro de las personas en los fondos de pensión tiene que ser rechazado de manera clara y contundente, porque echarles mano a los recursos del ahorro de las personas para nacionalizarlos y convertirlos en dinero de bolsillo del Gobierno es un robo, un atraco”.
Por otro lado, Jairo Ernesto Berrocal, trabajador y cotizante de Colpensiones, se pronunció frente a la propuesta del candidato y la alocución del primer mandatario de los colombianos, “al fusionar el trabajo de ambos regímenes puede solucionar momentáneamente los problemas del sistema de pensiones; pensar en un acceso abusivo de dicho dinero por parte del gobierno, es lo mismo que ver las inversiones en infraestructura que aportan los fondos privados con el dinero de los cotizantes y celebrados por el presidente Iván Duque”.
Aun implementando el cambio en el sistema pensional, existen falencias como la sostenibilidad a largo plazo de las pensiones, teniendo en cuenta el paso generacional y el sustento de las pensiones más altas del país; Hartmann fue claro al decir que el panorama parece incierto para el 2050, “La baja natalidad y el aumento de la longevidad es el problema que enfrentan los países que vienen usando el sistema de ‘pilares’, esto podría evitarse realizando un ahorro que amortigüe aquel golpe, que dependerá también de la inflación de la moneda colombiana”.
El problema que representan las mesadas más grandes del país, como las de políticos o empresarios próximos a cumplir la edad y el tiempo cotizado para pensionarse, es la dificultad de Colpensiones para cubrir este dinero, incluso cuando se utiliza el presupuesto público para solventar aquel gasto.
Si bien la transición parece complicada, es necesaria para combatir la pobreza, la manutención de los más longevos y la decadencia en la que se ve el fondo público de Colpensiones. Las posibilidades lejanas son usadas por los opositores de Gustavo Petro para crear miedos en base a la expropiación.