Se dice que la primera película de espías de la historia fue The German Spy Peril (1914), producción británica centrada en un complot para explotar las Casas del Parlamento. Luego siguieron cintas con tramas con elementos más atractivos como la acción, desde el glamour del espía en películas del 007. Pero una de las mejores, si no la mejor, es North by Northwest (1959), que les dejó una hoja de ruta a todas las siguientes hasta ahora.

En El amateur, Charles Heller (Rami Malek) trabaja desde una oficina en el sótano de la sede central de la CIA en Langley, Virginia, hasta que su vida da un vuelco cuando su esposa Sarah (Rachel Brosnahan) es asesinada en un ataque terrorista en Londres. Cuando sus supervisores se niegan a tomar medidas, él decide tomar el asunto en sus propias manos, embarcándose en un peligroso viaje alrededor del mundo para localizar a los responsables.
Sobre el papel, la película condensa los ítems necesarios para una película de espías con diferentes destinos exóticos alrededor del mundo, la central de inteligencia estadounidense como centro de operaciones, un personaje motivado por una venganza y otro que complementa las acciones del protagonista.

El amateur tiene todo lo conocido, esperando sorprender a una audiencia menos preparada, o sin tanto bagaje para encontrarse con una película de espías, con temas importantes como el trabajo excesivo, la soledad frente a una sociedad fragmentada, o cómo los intereses de unos pocos por hacer el trabajo sucio de una nación, se refleja en el exceso de poder.
El cometido de Heller lo lleva por numerosas ciudades alrededor del mundo, que le ayuda a la película a sostener el ritmo, destacando visualmente por sus impactantes y variadas locaciones, incluyendo ciudades como Londres y París, playas, puertos y más, pero la cinta no sorprende frente al cine de espías, una historia predecible y plana por momentos.

Las actuaciones no sobresalen en ningún momento, pero la dirección del director británico James Hawes lleva la película por donde necesita transitar, ya que el guion, parece no da para más. El amateur está basado en la novela homónima del experiodista y escritor estadounidense Robert Littell, conocido por sus historias sobre espionaje y la CIA.
No me ha parecido que el actor estadounidense Rami Malek tenga un nivel actoral destacable, pero la película es entretenida desde lo convencional y puede, sin mayores contratiempos narrativos, llamar la atención lo suficiente para mantenerse durante dos horas y cinco minutos, sin llevar la historia por caminos diferentes a los ya conocidos en el cine de espías.

El personaje de Robert Henderson (Laurence Fishburne) es vital para el protagonista ya que se convierte en su mejor herramienta, pues no es más que un agente que trabaja con computadoras, un hombre con habilidades más intelectuales que físicas.
Como señala Malek, la película es narrada desde el punto de vista de alguien que está subestimado, sin experiencia ni entrenamiento para la misión en la que decide embarcarse, que termina por delimitar una vez más a una persona muy inteligente, pero sin el carisma de una licencia para matar.

El Amateur no está al nivel de películas del subgénero como Spy Game (2001), o Body of lies (2008), por mencionar algunas destacadas, o el guion o la ejecución de la maravillosa Black Bag de este año, pero es lo suficientemente entretenida para justificar su existencia. Juzguen ustedes.