El largometraje elegido para darle apertura a la versión 14 del Festival de cine de Barichara tiene consigo, naturalmente, conservacionismo, ecología y a un personaje tan carismático e interesante para el cine como los Pingüinos, pero en esta ocasión, desde el documental.
El señor de los pingüinos (The Lord Of The Penguins) es el primer largometraje documental del realizador argentino Damián Martínez y que se estrenó en junio del 2024, en la 8va edición del Babul Eco Film Festival en la India.

Desde el inicio el documental retoma el encanto de este carismático animal, el cual ha sido protagonista en documentales impresionantes como el La Marche de l’empereur (El viaje del emperador) en el 2005, dirigida por el francés Luc Jacquet o películas desde la animación como Happy feet (2006) dirigida por el multifacético George Miller, entre otras.
La primera parte del documental se filmó en locaciones de la ciudad de Puerto Madryn en el año 2021, mostrando imágenes que le van entregando la belleza natural al espectador de lugares como la Estancia San Lorenzo, hogar de la colonia más grande del mundo del Pingüino de Magallanes, en 2021. Recientemente también fue mostrada en la película Mi amigo pingüino (2024).
Además, el equipo de producción capturó imágenes en distintos puntos de la provincia de Chubut, demostrando la belleza de la naturaleza y su capacidad de sorprender con puestas de sol y también, con bellas tomas del siempre imponente mar.

En 2022, el equipo de rodaje se trasladó a Nueva Zelanda para filmar la segunda parte del documental, registrando el trabajo en la conservación del Pingüino de Fiordland, una especie vulnerable.
Se destaca el registro el trabajo de conservación de pingüinos tanto en la Patagonia Argentina como en Nueva Zelanda, destacando los esfuerzos de Borboroglu, reciente ganador del Premio Nobel a la Conservación, quien lleva más de 30 años dedicado a la protección y concientización sobre las 18 especies de pingüinos en el mundo.
El señor de los pingüinos da una idea inicial sobre el trabajo para cuidado de este carismático animal, pero en mi opinión, la promoción de la organización que lo desarrolla, toma más protagonismo que la misma idea de ayudar a conservarlo, ¡claro! Se necesitan recursos, pero…

El lenguaje audiovisual que se implementa en los primeros 15 minutos de la película entra en una especie de bucle y este se repite una y otra vez, como también sucede de igual manera con el recurso de la música, que entra en un desgaste innecesario y lo hace cada vez menos atractivo.
Lamentablemente nunca encuentra un ritmo y parece un programa infantil para concientizar a los las pequeños sobre los animales, haciendo todo demasiado explicativo y la línea argumental se difumina entre el protagonismo de Martínez, su organización, los espectaculares paisajes y 2 de las 18 especies de pingüinos que se está intentando preservar.
Una documental que puede funcionar para seguir contribuyendo para concientizar a las nuevas generaciones, sobre la importancia de cuidar todo nuestro entorno y fauna, pero que en mi parecer, tiende a parecer un comercial de un poco más de una hora. Juzguen ustedes.