La industria del cine se ha dedicado a reencauchar cuanto título ha sido exitoso, sin tomar mayores riesgos, lo que se denomina live action (acción real) con el propósito de consolidar la gran audiencia que ya tenía y mostrar un producto nuevo, que va llegando impulsada porque hicieron parte de su vida.
A mi parecer fueron desaciertos las maneras de retomar cintas icónicas para la gran pantalla como El rey león, Cenicienta o Aladdin, entre otras, que lograron grandes cifras en la taquilla, que impulsaron su repetición con diferentes títulos, hasta que llegó el turno de Lilo y Stitch, una gran película estrenada en 2002 dirigida por Chris Sanders, Dean DeBlois.
Estos llamados live action no cambian en nada la narrativa de la película y son una versión frame a frame de la anterior, con el objetivo de renovar las audiencias. En esta ocasión Lilo y Stitch se estrena en este formato dirigida por Dean Fleischer Camp, responsable del largometraje Marcel, el caracol con zapatos (2021), que contaba con cortos de la misma temática anterior. Una bellísima película llena de mensajes profundos y melancólicos, con una estética particular.
Desde la ya conocida historia de Lilo y Stitch, bajo la visión del director estadounidense, por momentos quiere ser otra cosa, fortaleciendo los lazos de sus personajes, recreando con fidelidad las locaciones y encontrando nuevamente en Stitch, un personaje gracioso y atractivo para grandes y chicos, pero la historia, aunque tiene corazón, no evoluciona lo suficiente para ser otra cosa, ya que su fuerte no está en lo que ya se conocía, sino en lo que encontró una forma renovada.
Lilo y Stitch y su producción encontraron a mi parecer, algo que resulta entrañable y es la buena elección de su protagonista, la joven actriz Maia Kealoha, la protagonista del proyecto, y quien dará vida a la versión carne y hueso de Lilo Pelekai, que impulsa la mayoría de la 1 hora y 48 minutos de metraje. Y qué sería de la historia sin la hermana de Lilo, Nani (Sydney Agudong), actriz y escritora y un personaje clave.
Los demás personajes solo funcionan como conectores, y poca incidencia tienen en cómo se desarrollan los hechos, enfatizando en la relación de las dos hermanas, con otros dos personajes que impulsan la cinta entre la comedia y la acción como el Profesor Jumba (Zach Galifianakis), y su compañero entusiasta por el planeta tierra, Pleakley (Billy Magnussen).
El trabajo de CGI (Imágenes Generadas por Computadora) sobresale en la tarea de darle vida a Stitch, y logra compenetrarse con los más chicos y hacer del personaje, un ser de una alta recordación y sin duda, uno de los fuertes de la cinta, pero personajes que fueron tan significativos en la versión original como el agente especial Cobra Bubbles (Courtney B. Vance) se diluye en un personaje sin carisma y termina siendo otro personaje bisagra.
Este nuevo live action de Disney intenta algo distinto, y en mi opinión lo logra por poco, refrescando en algo la versión original, pero sin lograr esa mística que tiene y que se va a quedar en la historia del cine en la versión de 2002. Una cosa es segura, los más pequeños pueden asegurar un buen momento y para los más grandes, un gasto seguro bajo toda la mercadotecnia de la película. Juzguen ustedes.
