Por Daniel Rojas Chía
Durante su existencia el ser humano ha encontrado en las artes maneras de recrear sus visiones, tan variadas como cada persona. El séptimo arte logró condensar múltiples sensaciones que pueden ser recreadas con la imagen en movimiento, en ocasiones motivadas con recursos como la música.
En muchos casos el cine se toma como un conductor de leve entretenimiento, ya que ese es uno de sus fines, entretener. En este caso la décima entrega, esperada por muchos, de la exitosa franquicia de Rápidos y furiosos.
La película dirigida por Louis Leterrier cuenta cómo el famoso Dominic Toretto (Vin Diesel) tendrá que enfrentarse a Dante Reyes (Jason Momoa) el hijo del criminal al que en anteriores entregas el equipo roba y asesina, como en Rápidos y Furiosos 5 –sin control.
Luego de engañar a Letty y compañía con una misión falsa, este villano pone su mira en todos los seres queridos de Toretto, y lo que sigue es una persecución por el mundo para hacerlo sufrir en venganza por los acontecimientos de la entrega anterior.
Esta décima película utiliza todos los argumentos que sugiere el manual para este tipo de género, que incluye agentes secretos y acción, lugares exóticos, múltiples locaciones alrededor del mundo, conflictos amorosos y familiares, persecuciones exageradas y llevadas al límite que violan la ley de gravedad y la lógica, bellas mujeres y la presencia de personajes de entregas anteriores.
La dinámica de la película es la acción con tintes románticos dirigida hacia el marcado concepto de familia que maneja la franquicia, con momentos emotivos para los fans, con un numeroso reparto que explica su elevado presupuesto de 340 millones de dólares.
Como era de esperarse, esta décima entrega está llena de momentos absurdos y de debilidades, que irónicamente refuerzan el poder de la franquicia. Cabe destacar al Jason Momoa extravagante y que fue capaz de construir un buen villano que, dentro de su locura y mente sádica, encuentra un buen humor que ayuda a despejar a la película de las exageradas secuencias de acción.
Rápidos y Furiosos X deja ver que por inverosímil que parezca su argumento y desarrollo, su narrativa es precisamente esa y no dejará de ser fiel a la fórmula con la cual ha logrado miles de millones de dólares y numerosos personajes con millones de seguidores alrededor del mundo.
Si ya es un fan consagrado, no lo decepcionará, pero si busca acción con un contenido más elaborado y no ha visto las entregas anteriores, puede que las dos horas y veintiún minutos de duración de la cinta, sean demasiado.