Por: Daniel Rojas Chía
El director francés Samuel Bodin presenta su ópera prima con una historia sobre un niño llamado Peter (Woody Norman), de ocho años. Él vive atormentado a causa de los misteriosos golpes provenientes del interior de la pared de su dormitorio. Sus padres insisten en que sólo es fruto de su imaginación, pero a medida que el miedo de Peter se intensifica, empieza a creer que sus padres podrían estar escondiendo un terrible y peligroso secreto, creando una atmósfera incómoda ya que: ¿Qué hay más aterrador para
un niño que dejar de confiar en su familia?
Bodin se mete de inmediato en una película de una hora y veinticinco minutos, llevando sin más al primer hecho que impulsa la trama como es el sonido de la pared. Es notable cómo recrea una buena atmósfera con movimientos tan característicos del terror, haciendo ver que conoce muy bien el género, entre buenas secuencias con la cámara y notables actuaciones de parte de todos sus actores y actrices, encontrando un muy buen ritmo de arranque con una historia sencilla pero que sabe impulsar con las intrigas que genera.
El espectador se encontrará con imágenes familiares de otras cintas como Babadook (2014) casi a manera de homenaje, pero esto no impide que la primera parte de la película esté llena de buenas sorpresas y personajes que parecen sólidos en la historia como lo son los padres de Peter.
Mientras avanza la cinta, las imágenes y sus secuencias siguen impulsando la cinta y los puntos de giro encuentran un buen fin mientras el personaje del padre de Peter llamado Mark (Antony Starr) logra instalarse de buena manera en la trama con una perturbada madre llamada Carol (Lizzy Caplan) logrando crear tensiones interesantes.
Lamentablemente, mientras las tensiones aumentan, se hacen evidentes los vacíos en la estructura de la historia, que terminan por opacar lo que ya se había construido, pero que no dejan de ser una buena sorpresa para este primer trabajo del director nacido en Francia.
Toc toc toc puede que no asuste como se pensaba con una narrativa lineal, pero sin duda su construcción visual la hace muy tentadora y sólida por momentos. Es una lástima que sus buenas actuaciones no terminan de consolidarse a causa de un final atropellado, entre una colección de ideas de otras películas cuando pudo lograr que el espectador se llevara algo aterrador a casa por un rato.
La primera película de un director que parece tener mucho potencial al lado de grandes promesas como Parker Finn con Smile (2022) o Zach Cregger con Barbarian (2022).