La Policía Nacional de España detuvo a 14 miembros de la cúpula de los Boixos Nois, los ultras de extrema derecha que apoyan al FC Barcelona, por presuntos delitos de narcotráfico y prostitución de mujeres.
“Esta actuación policial se ha saldado con el arresto de 14 personas, a los que se les imputan presuntos delitos graves contra la salud pública, explotación para la prostitución de mujeres, tenencia ilícita de armas o el subsiguiente blanqueo de capitales, entre otros”, informó en un comunicado el cuerpo policial.
La investigación comenzó a principios de 2020, cuando los investigadores de la Policía Nacional detectaron una red de delincuencia vinculada al grupo ultra Boixos Nois que actuaba como “una verdadera organización criminal jerárquica y disciplinada”.
Para la financiación de sus actividades, los integrantes de este grupo de “excesivo carácter violento” cometieron presuntamente “una amplia gama de delitos graves”.
Durante la operación, realizada el 2 de noviembre y bajo secreto de sumario hasta ahora, se registraron 18 viviendas y locales donde se encontraron armas de fuego, armas blancas, distintas sustancias estupefacientes y material de carácter supremacista relativo a este grupo radical.
Los agentes destacaron que los supuestos delincuentes “no discriminaban respecto al tipo de droga distribuida, apoyándose en una compleja red de productores y redistribuidores de las sustancias”.
También se dedicaban a la importación de medicamentos ilegales, principalmente anabólicos, que no contaban con la autorización de la Agencia Española del Medicamento y eran potencialmente mortales.
En el marco del operativo se neutralizó además un piso dedicado a la prostitución coactiva de mujeres cuyos beneficios se utilizaban para financiar las actividades de los Boixos Nois.
Las investigaciones continúan en curso bajo la dirección del juez de Sabadell (Barcelona), que decretó el ingreso en prisión para siete de los detenidos.
Desde su fundación en 1981, el grupo de extrema derecha Boixos Nois participó en numerosas agresiones a colectivos ultras ideológicamente antagónicos y fue objeto de diferentes operaciones policiales.
En 1991, cinco de sus integrantes asesinaron a puñaladas a un joven de 20 años seguidor del equipo RCD Espanyol de Barcelona cerca de su estadio.
Su última acción violenta más conocida fue en enero de 2020 en Valencia, cuando protagonizaron graves enfrentamientos contra el grupo ultra Yomus del Valencia CF.
Por su violencia, los Boixos Nois tienen negada la entrada a estadios de fútbol desde 2003 y están considerados un “grupo peligroso” en España.