Por: Danniela Rodríguez
Cada año, el último miércoles de abril, se celebra el Día internacional del perro guía, una fecha dedicada a reconocer la labor invaluable de estos animales que brindan autonomía y seguridad a personas con discapacidad visual.
Daniel Lozano Martínez habló con Datéate sobre su experiencia como usuario de perros guía y cómo impactó significativamente su vida el pasar del uso de un bastón para poderse movilizar, a la unión de una perra a quien llamó Lorenza y que se convirtió en su compañera en el camino. También mencionó los obstáculos que se presentaron en el momento de convertirse en usuario, según él, en Colombia y, justamente en Bogotá, aún se presentan dificultades en la accesibilidad a los perros guía, sin embargo, el vínculo que se logra con el perro pudo ayudarlo, no solo en el aspecto de la movilidad, sino también en el ámbito social.
“Se dice mucho en el ambiente que tu no escoges al perro guía, el perro te escoge a ti, yo creo que eso es muy cierto porque más allá del perfilamiento que le hacen por características de vida y de fisionomía al usuario para ubicarle un perro, lo bonito de la historia de un acoplamiento, es cómo se empiezan a moldear el uno al otro”, cuenta Daniel desde su experiencia en la conexión con Lorenza.
Los perros guía no son simples mascotas, son asistentes altamente entrenados que permiten a las personas ciegas, o con baja visión, desplazarse con confianza y seguridad. Su entrenamiento incluye habilidades como evitar obstáculos, detenerse en bordillos, encontrar puertas o asientos, y ejecutar la llamada “desobediencia inteligente”, que consiste en desobedecer una orden si esta pone en peligro al usuario, como cruzar una calle cuando se aproxima un vehículo.
En Colombia, el Instituto Nacional para Ciegos (INCI) destaca que el país es pionero en América Latina en el adiestramiento de perros guía, seguido por México y Argentina. Estos animales son considerados una extensión de su usuario y están protegidos por la Ley 1801 de 2016, que garantiza su acceso a lugares públicos y privados.
“Con Incluyendog, lo último que hicimos fue el 4to encuentro internacional de perros guía de México que se realizó en Guadalajara, hicimos una obra de teatro apoyada por personas maravillosas del teatro Petra, con esa obra logramos ayudar a la escuela colombiana del perro guía, hemos hecho caminatas y han sido un conjunto de cosas que no me han desligado totalmente del mundo del perro guía” menciona Daniel.
El proceso de formación de un perro guía es riguroso y comienza desde temprana edad. Los cachorros son socializados en diversos entornos y, posteriormente, entrenados en habilidades específicas para asistir a personas con discapacidad visual. Las razas más comunes utilizadas son el Labrador Retriever, el Golden Retriever y el Pastor Alemán, debido a su temperamento y capacidad de aprendizaje.
Es fundamental que la sociedad comprenda la importancia de no distraer a un perro guía mientras trabaja. Acciones como acariciarlos, ofrecerles comida o llamar su atención pueden interferir en su labor y poner en riesgo la seguridad del usuario.
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