Por Karen Lizeth Sanabria Angarita y Diego Fernando Montero Cerpa
Tiene un doctorado Honoris Causa en Psicología Familiar de la Amazing Grace University de los Estados Unidos. En adición, tiene una maestría en Gestión Pública de la Universidad de los Andes. Es también pastor de la iglesia Misión Paz a las Naciones, líder de la coalición Nos Une Colombia y actual candidato a la presidencia para el periodo 2022 – 2026.
Dice creer en la fuerza de salir adelante con el mérito y el trabajo, pues cuenta que, con su propio esfuerzo, salió adelante de una de las comunas de Cali. Relata que empezó su vida laboral lavando carros y empacando mercados, hasta convertirse en empresario. Estuvo involucrado con el comunismo y el ateísmo, pues su papá le leía libros de tendencia marxista, pero hace 21 años dice haber recibido el llamado de Dios para ser pastor siendo este el suceso que cambió su vida por completo.
Su candidatura presidencial fue decidida por el 75% de las convenciones de su coalición, junto al partido MIRA bajo el lema: “mi causa es Colombia”. Sin embargo, recientemente el Consejo Nacional Electoral recibió un radicado por parte de Ricardo Arias Mora, copresidente del partido Colombia Justa Libres, para revocar la candidatura de John Milton a lo que la organización se opuso y denegó.
Ahora bien, Rodríguez tiene un par de propuestas que involucran al agro colombiano; propuestas que ponen en tela de juicio lo que podría ser la continuación o finalización de los Acuerdos de Paz o bien, la reforma de la restitución de tierras ya establecida. Estas son las propuestas que John Milton propone para lo que sería su mandato:
- Política agropecuaria garantizando ingresos, salud y pensión. Saldando una deuda histórica: titulación de tierras
- Revisión de TLC y Aranceles: 17 TLC con potencial de 5 mil productos sin arancel, impulsando y protegiendo la producción nacional. propender por fabricación nacional de bienes finales.
Región Andina
- Departamentos como el Huila, Boyacá y Cundinamarca serán despensa agrícola del país con apoyo de la ADR (Agencia de Desarrollo Rural).
Región Orinoquia
Potenciar el cultivo y transformación de productos con exención de arancel en los TLC suscritos
- Campañas de capacitación sobre el uso de agroquímicos.
- Cultivos con mercado asegurado.
Región Amazonía
- Proyectos productivos especiales, impulsando cultivos autóctonos que tengan potencial de transformación ej. acai.
Como es evidente, el candidato le apuesta a la producción agraria para la exportación. Lejos de solo suplir las necesidades nacionales, el candidato pone la mirada en el crecimiento internacional. Rodríguez menciona en una de sus propuestas los planes que tiene para las regiones Andina, Orinoquía y Amazonía; y por supuesto, el foco que tendrá en los proyectos de carácter nacional.
Su primera propuesta responde a la necesidad y la deuda que se tiene con el campesinado colombiano y, además, pone en tela de juicio lo que va a suceder con los tratados de paz y la restitución de tierras. Según los acuerdos de paz firmados en el gobierno de Juan Manuel Santos, todas las personas que fueron despojadas desde el año 1991 hasta el 10 de junio de 2021 y poseen un título de propiedad, tienen derecho a su tierra. Esto significa un avance significativo y un paso de importancia en la reconstitución de la producción agraria colombiana.
Además de lo anterior, profundizando en el tema del conflicto armado, la erradicación de cultivos ilícitos es otro de los puntos en la campaña del candidato de la coalición “Nos une Colombia”. Rodríguez plantea una erradicación mecanizada de los cultivos de coca para dar espacio al agro, sin embargo, no fue posible contactarlo para solicitar información sobre las aspersiones de glifosato sobre estos cultivos; que se han estado realizando en los últimos años. Como es sabido, después de todo este proceso químico, muchas de estas tierras quedan infértiles y no son aptas para producir cultivos que fomenten la actividad agraria en Colombia, esto lo ratifica Juan Manuel Jurado en su texto, “Usos y efectos del glifosato en Colombia”, ya que dice: “ aunque el glifosato no se aplica directamente al suelo si no a las hojas, pequeñas partículas de este herbicida caen al suelo y ocasionan daños, en muchos casos, irreversibles”.
Lo anterior, permite traer a colación lo que afirma el candidato con su segunda propuesta. Esta habla de potenciar los TLC sin dejar de lado el campesinado y protegiendo la producción nacional. En un debate realizado por El Espectador, en el marco de la Filbo de 2022, Rodríguez dijo:
“Tenemos 17 Tratados de Libre Comercio que nos faculta en total 5 mil productos sin beneficio arancelario y solamente exportamos 500 con esos beneficios. Tenemos 32 departamentos en Colombia y 7 departamentos ya desarrollan la capacidad exportadora del país.
25 departamentos prácticamente están mani cruzados. Lo que tenemos que hacer es ampliar temas de competitividad regional, temas de productividad de valor agregado, de cadena de valor; para nosotros explotar lo que tenemos con Estados Unidos, con Europa y con Asia porque nada como la tierra colombiana para ser fértil y altamente productivo”.
A pesar de la propuesta, la realidad nacional puede representar otras cosas. María Lucía Villareal, estudiante de Negocios Internacionales de último semestre de la Universidad Antonio Nariño, cuenta que, previo a una potencialización de las exportaciones y el agro; es necesaria una educación para la manutención de las tierras y la prevención de los monocultivos. Por supuesto, la propuesta tiene muchas aristas que deben ser cubiertas, sin embargo, las preocupaciones de Rodríguez han estado enfocadas al campo, aparentemente. Lo anterior es evidente ya que cada que tiene oportunidad no duda en mencionarlo; así lo ha hecho a través de su cuenta de Twitter, en trinos como el siguiente:
Ahora bien, es necesario leer con lupa de detalle las propuestas enfocadas al sector agrario. En ocasiones la política, y en general los programas del país, están enfocados a las grandes ciudades y olvidan el campesinado. Desde hace años, el abandono estatal ha promovido que los cultivos ilícitos tomen fuerza y ha roto las vías de acceso de las periferias a las ciudades. Adicional a lo anterior, no es un secreto que en Colombia la acumulación de tierras es un problema y para la solución de este problema, como menciona Hernán Alejandro Cortez, filósofo de la Universidad de los Andes, es necesario “contribuir al esclarecimiento de esa especificidad que se deriva del proceso de acumulación de tierras en el país y su inexorable relación con la guerra resulta urgente en un país de latifundios improductivos y de campesinos sin tierra”.
Adicional a esto, las políticas del plan agrario de Rodríguez, dejan un vacío en el país. Su planificación está enfocada a las regiones Andina, Orinoquía y Amazonía; pero dejan a la expectativa lo que va a suceder en las regiones Caribe y Pacífica que poseen un marcado dominio de la corrupción. Además, los planes de gobierno del candidato dejan a la deriva sucesos que ocurren en la actualidad.
Quedan bastantes incógnitas para resolver acerca del plan agrario del gobierno de Rodríguez. A pesar de no haber sido posible entrevistarlo, quedan preguntas sobre su posición respecto a temas como la producción nacional y las importaciones. Adicional, es necesario conocer cómo será el manejo de las iniciativas recientes, como la de la importación de 104.000 toneladas de arroz desde Ecuador (a sabiendas que el Huila es un departamento arrocero), o la demanda Belga al Estado colombiano por la producción nacional de papa (en todo el altiplano cundiboyacense). Por supuesto, es deber de todos elegir con cautela; pero lo sensato es comprender que Colombia es un país donde el campo es más grande que la ciudad.