Por: Laura Gabriela Torres
Alejandro Quiceno, sociólogo, defensor de Derechos Humanos (DDHH) y miembro de la Comisión de la Verdad; participó en el conversatorio La Colombia fuera de Colombia de la Semana Internacional de la Comunicación en UNIMINUTO Bogotá Presencial, allí manifestó la importancia de comprender las causas del exilio no desde puntos aislados sino desde el conjunto del Informe.
La Comisión de la Verdad cuenta con más de 1500 personas incluyendo los voluntarios. Para la realización de este capítulo fueron escuchadas alrededor de 2038 víctimas en 23 países diferentes, teniendo como base para comprender estos testimonios los siguientes puntos: causas del exilio, significado de la salida por la fuerza, significado de la permanencia en el territorio y significado del retorno. El equipo de la Comisión de la Verdad enfrentó retos como reconstruir la confianza de las víctimas e hizo frente a sus memorias congeladas para esclarecer sus historias.

En medio de la investigación sobre el exilio, una de las metodologías fue Arqueologías Vivas del Exilio, consiste en reconocer a partir de los objetos que se llevaron los impactos, la negación, la discriminación y las nuevas generaciones que se han construido en los territorios de acogida. Las víctimas que están marcadas de una u otra manera por el conflicto independientemente de su estatus han pasado por hechos victimizantes que se traduce en violación de DDHH.
Quiceno mencionó que “el exilio rompe el tejido social, porque desarraiga y separa, inmoviliza y limita. Es dejar atrás todas tus raíces y empezar desde las cenizas. Frente a las violencias el exilio siempre suele ser la última opción”. Para comunicar esta problemática considera necesario “ponerse en los zapatos del otro” debido a las costumbres que deben dejar atrás construyendo una identidad dual, la cual les impide ser parte de una comunidad, pues “no son de aquí pero tampoco son de allá”.
Para finalizar, Quiceno habló de las cifras que van en aumento de personas que se quieren ir del país; sin embargo, detrás de esas cifras se esconden otras intenciones que consisten en querer tomar el papel víctima para que países como Estados Unidos les otorguen el estatus de asilo político.