Por: María Alejandra Ruiz Novoa
Con preocupación e indignación la comunidad de Chía afirma que se ha visto seriamente afectada por la inseguridad que en los últimos meses ha acechado directamente y de forma gradual al municipio. El robo de viviendas, en especial, fue el hecho que prendió las alarmas.
Según los informes de la Alcaldía de Chía, en lo que va del año se han presentado 56 casos de robos a viviendas y 234 atracos a transeúntes, lo que significa un aumento del 53% en los últimos 3 años, un panorama demasiado preocupante y desalentador.
“Hace unos días, los ladrones, que eran venezolanos, entraron a la casa de al frente y se llevaron dos televisores y unos muebles. Eso fue a las 2 de la tarde, entonces ya conocían como era el movimiento en esa casa”, comentó Eduardo Rivas, un habitante del barrio El Cairo.
Las cifras también logran confirmar que la llegada de gente que no pertenece al municipio es la causa principal del aumento de la inseguridad. Según la Policía de Chía y el Departamento de Migración, más del 90% de las 115 personas que han sido capturadas este año, son de nacionalidad venezolana.
Para Mariela Gutiérrez, comerciante del municipio, la inseguridad ha aumentado de una forma nunca antes vista para ella. “En los 52 años que llevo viviendo aquí, nunca había visto que robaran en cualquier momento del día. A nosotros como vendedores también intentan extorsionarnos, es un problema grave”, dijo. Si bien, la Policía de Chía en conjunto con la Administración municipal vienen realizando labores con el fin de garantizar la seguridad, esto no es suficiente. “Uno de los inconvenientes que tenemos radica en las ciudades aledañas. Vienen de Bogotá a cometer hurtos. Para eso hemos puesto puntos de control en las entradas y salidas del municipio”, aseguró Diego Salazar, comandante de la Policía de Chía.
Los lugares más afectados por la delincuencia y los robos son las veredas, entre las cuales Samaria, Fonqueta y Cerca de Piedra encabezan la lista. “Aquí en Chía se roban hasta un hueco, la seguridad aquí no existe y la consciencia ciudadana, menos” dijo Roberto Díaz, presidente de la junta de acción comunal del barrio Santa Bárbara, en la vereda Fonqueta.
La comunidad de Chía, obligados por cada hecho de delincuencia, han organizado grupos de vigilancia conformados por los vecinos de cada sector, en ellos hacen guardias cada noche de manera organizada. Sin embargo, siguen a la espera de que la Policía brinde más apoyo y vigilancia en todo el municipio.