“Finalizadas las competiciones, el Comité Técnico de Gimnasia Rítmica de la FIG hizo un minucioso análisis de todos los componentes valorativos en cada una de las etapas de las pruebas de gimnasia rítmica en los Juegos Olímpicos de Tokio. Los resultados de ese análisis nos permiten confirmar que el arbitraje fue imparcial y no se cometieron infracciones”, indicó la FIG en su página web este jueves.
El Comité Técnico de Gimnasia Rítmica también consideró justa e imparcial la distribución de las medallas y los resultados de los Juegos Olímpicos en la gimnasia rítmica tanto en las pruebas individuales como en las de grupos.
“La FIG elaboró criterios rigurosos para los árbitros en los Juegos Olímpicos y eligió a los más competentes e imparciales. Estamos satisfechos con su labor”, señaló la máxima autoridad de Gimnasia.
Uno de los mayores escándalos de los XXXII Juegos Olímpicos de Tokio se produjo en el torneo de gimnasia rítmica, ganado por la israelí Linoy Ashram, quien en su última actuación dejó caer la cinta. A su vez, la gimnasta rusa Arina Averina fue castigada duramente por los jueces del torneo por cometer el mismo error y ocupó el cuarto lugar, mientras su hermana Dina obtuvo la medalla de plata. Las protestas del Comité Olímpico de Rusia, que criticó la labor de los jueces, quedaron sin respuesta.
La presidenta del Comité Técnico de Gimnasia Rítmica de la FIG es actualmente la rusa Natalia Kuzmina.